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Definición
Sustantivo femenino. Se entiende por diversidad a una desemejanza, variedad, pluralidad, diferencia, disparidad, complejidad, multiplicidad, heterogeneidad y disparidad, que no es igual en los objetos y elementos. Cantidad, abundancia o demasía, gran cuantía de varios elementos distintos.
Etimología
Este vocablo etimológicamente viene del adjetivo ‘diverso’ y del sufijo abstracto ‘idad’, que indica cualidad de. También del latín ‘diversĭtas’.
Se habla de la diversidad de la oferta educativa, para referirse a las diferentes alternativas de enseñanza, que se estructuran según un plan, metodología y áreas que las disponen como seleccionables por variados modos de pensar y afinidades. De este modo, existen currículums que añaden más tiempo y énfasis a la educación en lenguas extranjeras, espiritualidad, asuntos tecnológicos, deportivos, etc.
También es un término muy usado en la expresión “diversidad humana”, que hace hincapié en las diferencias entre las personas, exigiendo una igualdad en todo sentido para aquellos que se estiman como débiles, como por ejemplo oportunidades de estudio, de progreso económico, buen trato, entre otros factores.
La sociedad ha venido impulsando un rechazo absoluto por todo aquello que atente contra la diversidad humana, aunque se trata de un tema con bastante complejidad, con la idea de brindar protección a las más vulnerables por sus inclinaciones religiosas, amorosas, costumbres, idiosincrasia, o su raza, aspectos por los que son humillados, despreciados, discriminados e incluso, agredidos violentamente.
Al afirmar que todos los seres humanos son iguales, se quiere resaltar ese valor de ser persona y que todos necesitan ser tratados por igual, ante todos y ante la ley. No obstante, se debe siempre tener presente las evidentes diferencias en todos los aspectos entre los humanos, desde el color y la forma de sus cuerpos, hasta sus características psicológicas, costumbres, modos de expresión, etc. La sociedad es el resultado de todos esos valores, tradiciones y culturas.
De acuerdo con lo que se ha aceptado como correcto, de manera convencional y legal, es que la persona diversa o diferente, no debe ser calificada como algo menos de los que son como la mayoría. Tan sólo debe ser percibida como una persona distinta, con otros interesas, tendencias y gustos, pero con la misma libertad de elegir por él mismo cómo se desarrolla y se relaciona con los demás.