Semejanza

Etimología

Este vocablo en su etimología está compuesto del verbo neutro intransitivo ‘semejar’ y del sufijo ‘anza’, que indica acción, resultado, cualidad o agente.

Se emplea de modo coloquial, para designar la enorme similitud entre la gente, sobre todo si la relación es entre padres, hijos, o hermanos.

Dentro del conjunto de palabras que son sinónimas a ‘semejanza’, hallamos ‘congruencia’, ‘parecido’, ‘similitud’.

Semejanza en el ámbito de las matemáticas

En este contexto, este vocabulario adquiere la connotación de dos figuras geométricas, caracterizadas por poseer la misma forma, pero con proporciones diferentes. Con el propósito de especificar si una figura se asemeja a otra, éstas deben contar con tres requisitos: que sus ángulos sean idénticos. Que el tamaño sea proporcional. Y que la forma sea igual.

Por ejemplo, en el caso de un triángulo rectángulo, para que otro se le asemeje, éste debe poseer la misma estructura: que sea un triángulo y con ángulos análogos, uno de los cuales debe ser de 90 grados y con un tamaño que corresponda al otro, para lo cual, debe procederse dividiendo los lados semejantes, para hallar la razón.

Si se trata de un rectángulo cuyas medidas son 6 centímetros a lo ancho y 12 centímetros de altitud, se pudiera considerar como semejante de un rectángulo de 6 centímetros de alto, pues al dividir los lados equivalentes de tales medidas, se produce una cifra entera. Se toma el 12 del rectángulo número uno y se divide por el 6 de la segunda figura geométrica y se obtiene como resultado 2, mismo que se le conoce como la razón.

La razón es el cálculo que demuestra cuántas veces es más grande o más pequeña una figura que guarda semejanza con otra. Al conocer la razón, es posible corroborar si en realidad las figuras son semejantes, si se procede a multiplicar y dividir los lados equivalentes por la razón.

Esta palabra sobresale en una de las frases más significativas de la Biblia: “El hombre ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios”.