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Definición
«Acordante» es un adjetivo de uso anticuado que se asigna con la significación de ser acorde o haber llegado a un punto de comprensión y acuerdo con otras personas. También se utiliza para describir la acción de dar un concorde a un fallo o veredicto, indicando conformidad o acuerdo con la decisión tomada.
Etimología
La palabra «acordante» se compone como un participio activo anticuado del verbo «acordar» y del sufijo «nte». El verbo «acordar» proviene del latín «accordare», compuesto por «ad» (hacia) y «cor, cordis» (corazón), sugiriendo la idea de llegar a un acuerdo de corazón, en consenso con otros.
El sufijo «nte» indica que hace la acción, por lo que «acordante» implica la acción de acordar o llegar a un entendimiento. En conjunto, la etimología resalta la conexión intrínseca entre la acción de acordar y la disposición de estar en armonía con otros.
Significado amplio
1. Concordancia y Comprensión
En su sentido principal, «acordante» describe la cualidad de estar en concordancia con otras personas, haber alcanzado un punto de comprensión y acuerdo mutuo. Se refiere a la disposición de trabajar en armonía con otros para lograr objetivos comunes.
2. Acuerdo con un Fallo
Además, el término se utiliza en el contexto legal para indicar la conformidad con un fallo o veredicto. Ser «acordante» implica aceptar la decisión tomada, ya sea en asuntos judiciales o en procesos de toma de decisiones.
Origen
La raíz de «acordante» se encuentra en el verbo «acordar», que proviene del latín «accordare». En las sociedades antiguas, el acuerdo y la concordancia eran valores fundamentales para mantener la cohesión social y resolver disputas de manera pacífica.
El uso del sufijo «nte» enfatiza la acción, indicando que la cualidad de ser «acordante» está relacionada con la disposición activa de llegar a acuerdos y entenderse con los demás.
Características
Las características distintivas de alguien «acordante» incluyen la disposición para llegar a acuerdos, la capacidad de comprender y estar en armonía con otros, y la aceptación de decisiones, especialmente en contextos legales.
La cualidad «acordante» resalta la importancia de la cooperación y el consenso en la interacción humana, promoviendo relaciones armoniosas y resolución efectiva de conflictos.
Clasificación
Desde una perspectiva gramatical, «acordante» se clasifica como un adjetivo, indicando una característica o cualidad de una persona o situación. Desde el punto de vista semántico, se clasifica como un término relacionado con la concordancia y el acuerdo mutuo.
En contextos legales, la clasificación podría extenderse a la aceptación de decisiones judiciales, destacando la importancia de la conformidad con fallos y veredictos.
Usos
El término «acordante» se utilizaba en épocas antiguas para describir a aquellos que buscaban la concordancia y el entendimiento con sus semejantes. Su aplicación abarcaba desde relaciones interpersonales hasta participación en procesos judiciales.
Aunque su uso ha disminuido, la idea de ser «acordante» sigue siendo relevante en la actualidad, especialmente en la promoción de la colaboración y la resolución pacífica de disputas.
Ejemplos
Un ejemplo histórico de alguien «acordante» podría ser un líder tribal que, en lugar de imponer decisiones, buscaba el consenso y la concordancia entre los miembros de la comunidad para resolver disputas.
En un contexto legal, un individuo «acordante» sería aquel que acepta de manera positiva y colaborativa un fallo judicial, demostrando respeto por el proceso legal y disposición para acatar decisiones.