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Definición
Sustantivo masculino. Es una sustancia muy similar a la grasa, de naturaleza cerosa, contenida en cada una de las células del organismo. La máquina humana requiere cierto grado de colesterol, con el fin de generar vitamina D, hormonas y sustancias que le beneficien en el procesamiento de los alimentos, de manera que el cuerpo produce su propio colesterol. Así mismo, esta sustancia se halla en algunos alimentos de origen animal, como carnes, quesos y huevos.
Etimología
El término proviene del griego ‘χολη ης’ (bilis), junto con el vocablo ‘στερεος α ον’ (sólido), en combinación con el sufijo ‘ol’, que designa a un alcohol.
Si se sobrepasa el nivel normal de colesterol en la sangre, existe una alta probabilidad de que se genere placa, misma que se adhiere a las paredes de los vasos sanguíneos, a su vez, produciendo la patología conocida como arterioesclerosis. Así mismo, esta placa podría taponar las arterias coronarias.
El colesterol bueno (HDL) y el colesterol malo (LDL)
Dentro del conjunto que implica las lipoproteínas, se halla el colesterol bueno, el malo y la lipoproteína de escasa densidad (VLDL). Los lípidos requieren permanecer ligados a las proteínas y de ese modo, transportarse por medio del torrente sanguíneo. Las distintas clases de lipoproteínas poseen diferentes objetivos:
Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) también son llamadas “colesterol bueno” y se encargan de llevar el colesterol de distintas zonas del organismo, nuevamente al hígado, para en seguida ser desechado.
En el caso de las lipoproteínas de baja intensidad (LDL), se le conoce como “colesterol malo” pues contiene una elevada acumulación de placa que conduce al bloqueo de las arterias.
Causas del colesterol alto
Principalmente radica en llevar unos pésimos hábitos de vida, como no ejercitarse y consumir alimentos poco recomendables, que poseen demasiadas grasas dañinas y saturadas, que al ser ingeridas conllevan a la producción de colesterol malo (LDL).