Etimología

Esta terminología se encuentra compuesta con el prefijo del latín ‘infra’, que traduce “debajo” y el vocablo ‘estructura’, entendido como las partes de las que está hecha la edificación. Desde la perspectiva social, la infraestructura equivale a la base sobre la cual se forja una organización.

En lo concerniente de una nación, la idea de infraestructura hace referencia de los servicios públicos. Los ciudadanos requieren el funcionamiento de una infraestructura adecuada, para poder gozar del suministro de agua, luz, gas, vías óptimas, entre otros factores asociados.

De hecho, a partir de este tema surge lo que se conoce como “infraestructura urbana”. Esta expresión da cuenta de la totalidad de las obras públicas que fueron implementadas y promovidas por el gobierno, mismo que debe velar por su preservación, pues éstas resultan cruciales para el correcto desarrollo de las comunidades en una ciudad.

En síntesis, dentro de las infraestructuras urbanas figuran las terminales de buses, las redes eléctricas, el alumbrado público, las plantas de tratamiento de aguas residuales, el alcantarillado, los centros de salud, los planteles educativos, los parques, las avenidas, los aeropuertos, las vías, estaciones de bomberos, de policía, etc.

De igual modo, otra locución frecuente es la “infraestructura comunitaria”, definida como el conjunto de edificaciones civiles que se construyen con el objetivo de que la convivencia sea sana, con buenas medidas de seguridad, escenarios de diversión, de deporte e interacción ciudadana, como por ejemplo las canchas, los polideportivos, los estadios, los albergues, casas de cultura, entre otros centros comunitarios.