Solidaridad

Etimología

Este termino proviene del adjetivo «solidario» y del sufijo abstracto «idad» que indica cualidad o característica.

La palabra solidaridad surge específicamente de dos campos léxico – semánticos asociativos: el primero se relaciona con su etimología latina “in solidum”, que cuenta con una acepción denotativa que hace alusión al ámbito de la construcción; mientras tanto, el otro campo se halla íntimamente ligado a la jurisprudencia.

Propiamente en el lenguaje de la construcción, se resalta un sentido de cohesión, de unión entre los distintos elementos que lo componen. Igualmente, alude al efecto de cohesión que une las moléculas, mismas que gracias a esto permanecen con una forma continua.

En cuanto la Jurisprudencia, este término se encuentra registrado por primera vez en la magna compilación legislativa que se efectuó en siglo VI d.C., en una de sus partes intitulada “El digesto o Pandectas”, cuyo autor fue el gran emperador Justiniano, quien se destacó por llevar a cabo toda una reforma del Derecho Romano, en un arduo trabajo por recopilar en su totalidad las leyes que regían en aquella época. Luego, en el tiempo, ya en la Edad Media, los juristas volvieron de moda la palabra y los intelectuales la adoptaron en Francia, siempre ligándola a la terminología de la jurisprudencia: ‘solidariamente’ y ‘solidaridad’.

Pero fue hasta que Pierre Lerroux, en el siglo XIX, volvió a utilizar esta palabra, pues no se había popularizado de manera global. Justamente, Lerroux dijo al respecto:

 “Yo lo he tomado, en el Grève de Samarez, de los legistas para introducirlo en la Filosofía, o mejor dicho, en la Religión.”

Su objetivo era sustituir la caridad propia del Cristianismo, eligiendo mejor la solidaridad humana, argumentando su postura con razones positivistas que se tomó la tarea de delimitar y explicar en su libro intitulado ‘De l´Humanité’.

Gracias a esto, en Francia en poco tiempo se expandió un movimiento social que fue llamado como “El Solidarismo”. En el segundo periodo de la mitad del siglo XIX, mientras que el Socialismo Utópico iba desapareciendo por la acción del Socialismo Científico, la acepción del término ‘solidaridad’ sufrió un cambio de consideración, inmerso en la misma tradición socialista. El movimiento del Solidarismo fue el principio alternativo sobre el cual se organizó el Estado de francés y se enfocó en el conjunto de deberes y conductas sociales basadas en el “bien común”.

En el ámbito de la política, la solidaridad conlleva implícito el deber de promover la paz, la democracia, el desarrollo y el respeto entre todos los habitantes del planeta. Este propósito requiere la solidaridad y el apoyo incondicional de las instituciones y organismos, así como de proyectos, ideas, e iniciativas que se enfocan en la formación de un nuevo mundo lleno de armonía entre las naciones.

En el ámbito social el objetivo es lograr el denominado “Estado de Bienestar”, lo cual implica un conjunto de normativas y obras determinadas de las Administraciones Públicas, y así brindar a toda la población del país los servicios acertados y básicos que generan bienestar, además de garantizar unos beneficios monetarios fundamentales para de ese modo, gozar de la calidad de vida que casi siempre se obtiene en una economía sólida y desarrollada.