Detalle

Etimología

Este término en su etimología es de procedencia francesa bajo la denominación ‘détail’, con el mismo significado.

En seguida del francés, fue adaptado en el español, haciendo referencia a las pequeñas partes de un todo, a los pormenores o minucias de algo, como una idea, un documento, un diálogo, una persona, etc. Por ejemplo:

“Tu novio tuvo un bonito detalle al regalarte un carro”. Coloquialmente, suele ser frecuente utilizar esta palabra como sinónimo de regalo o presente.

“Ese detalle del carro no me gustó: que tenga el techo color negro”

“Debes tener cuidado en la entrevista, pues cada detalle cuenta”.

“Eh ahí el detalle, dijo Cantinflas”.

Desde esta perspectiva, se habla de los detalles de amor, que equivalen a toda clase de regalos y acciones que alguien realiza con el objetivo de enamorar a otra persona o su pareja. Quiere con ello, dejarle claro que la ama con todo el corazón. Dentro de estos detalles, lo más común son las flores, los chocolates, etc.

Otro caso muy común en el que se usa, es cuando se solicita que se nos detallen los gastos, lo cual implica que se exponga de manera individual, cada producto o servicio que se haya adquirido, con su valor monetario. En eso consiste un presupuesto y en toda obra o proyecto se necesitan esos detalles especificados.

A la hora de explicar algo, los mejores argumentos van nutridos con minuciosos detalles del elemento o situación que se expone, presentando todos sus rasgos y características, o todo lo contrario: con el fin de no enredarse, se omiten las peculiaridades. Por eso se dice coloquialmente: “mejor no entremos en detalles”. Esto sobre todo, en temas polémicos y complejos.

Cuando se debe relatar cómo fue algún evento social o reunión, por lo general la gente cuenta con detalle, cómo iban vestidos los invitados, sus gestos sobresalientes , si fueron amables, si fue agradable, cómo fue la comida, etc. Otra frase popular es “con lujo de detalle”.