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Definición
Sustantivo femenino. Artefacto que emplea un sistema de circulación de aire caliente, que sirve para secar las prendas de vestir.
Etimología
Este término presenta la acepción de “máquina para el secado de la ropa” y se deriva de la combinación del vocablo latino ‘siccare’, que en español traduce ‘secar’ (acción de quitar lo mojado), junto con el sufijo ‘dora’, que indica un agente femenino.
Se trata de un aparato que se usa para el secado de las prendas, luego de haberlas lavado, sobre todo cuando no se cuentan con los espacios requeridos para tender la ropa al aire libre y el calor del sol directo, o también, para acelerar el proceso.
Su sistema esencial se basa en el uso de aire caliente a presión, que ingresa en un tambor giratorio, en el que las prendas van dando vueltas progresivamente. El tamaño del tambor, así como el material del que se encuentra fabricado, varía según el precio y la marca de la secadora. Pero todas cuentan con un filtro en el que se absorben los residuos como pelusas y un sensor que alerta cuando se ha llenado de éstas.
Algunas lavadoras poseen integrado también la función se secadora, algo que ayuda a no gastar tanta agua y que ahorra espacios.
Las secadoras más vendidas, son aquellas que incluyen ciclos de vapor, de una duración cercana de la media hora, especial para quitar las arrugas. Igualmente, retira casi la totalidad de los ácaros y los malos olores.
Se le atribuye el invento de la secadora a M. Pochon, de Francia, quien en el año 1800 diseñó un artefacto de manivela para exprimir la ropa. Luego, el estadounidense J. Ross Moore, en el siglo XX, inventó el sistema automático de secadora, conectada a la corriente eléctrica. Salió al mercado en 1938.
Una de las motivaciones de las personas para comprar una secadora, es la humedad que existe en muchos sitios. Por eso, se ha convertido en uno de los electrodomésticos más vendidos, ya que reduce tiempo y brinda comodidad.
Secadora de condensación
Su sistema calienta el aire gracias a la acción de unas resistencias eléctricas, transportándolo luego hacia el tambor donde se halla introducida la ropa. El aire húmedo no es desechado, sino que la humedad pasa por un proceso de condensación, que va a convertirse en agua y finalmente se evacúa. El aire se reutiliza nuevamente.
Secadora de evacuación
Este tipo de secadora fue la primera en masificarse. Funciona con un sistema muy simple, que toma el aire externo y le aumenta la temperatura por la acción de una resistencia eléctrica. Luego, dicho aire se transporta al tambor y absorbe la humedad de las prendas, para finalmente ser expulsado.
Secadora de condensación
Funcionan calentando el aire, igualmente con resistencias eléctricas, el cual absorbe la humedad de la ropa, pero a diferencia de las demás, el vapor no se desecha, sino que se transforma en agua, misma que se reutiliza en el lavado. Por ende, es un artefacto de mayor eficiencia, teniendo en cuenta que no gasta tanta energía y reaprovecha mejor los recursos.