Etimología

Este término se compone de la interjección «zuzo» y del sufijo flexivo «-ar», que indica el infinitivo de los verbos de la primera conjugación.

La interjección «zuzo» no tiene una etimología clara, pero se empleaba para denotar el sonido de un ladrido o gruñido de un perro, indicando así una acción propia de estos animales.

El sufijo «-ar» proviene del latín «-are», utilizado para formar infinitivos de verbos de la primera conjugación.

Significados

Instigar o estimular

El verbo «zuzar» se utilizaba para describir la acción de instigar, estimular o acuciar a los perros para que atacasen o embistiesen a otros animales o personas.

Enfurecer o molestar

En un sentido más amplio, «zuzar» se empleaba para expresar el enfurecimiento, molestia, enojo, irritación o enfado hacia alguien. Podía referirse tanto a la acción de provocar enojo como a la sensación misma de estar molesto o enfadado.

Inducir de manera forzosa

Además, el término también se usaba para indicar la acción de inducir de manera forzosa a alguien en una acción, hecho o acto. Esto implica una influencia que lleva a la persona a actuar de cierta manera, incluso en contra de su voluntad.

Usos y ejemplos

En la literatura clásica, se encuentran ejemplos de cómo se empleaba este verbo para describir la acción de incitar a los perros en la caza o para indicar la provocación de un estado de irritación o enojo en una persona.

Por ejemplo, en un contexto histórico, se podría encontrar una frase como: «El caballero zuzó a sus perros para que persiguieran al jabalí».

Conclusiones

Aunque el término «zuzar» ha caído en desuso en el lenguaje cotidiano, su significado nos remonta a épocas en las que la caza con perros era una actividad común y a la importancia de los animales en la vida diaria de las personas. Además, ilustra la riqueza del lenguaje en cuanto a la variedad de verbos que describen acciones específicas o emociones complejas.