Etimología

El término «arrollar» tiene su origen en el latín, específicamente en la palabra «rotulāre». Esta palabra se compone de dos elementos: «rotŭlus», que significa «rodillo«. El sufijo «-āre» se utiliza en latín para formar verbos a partir de sustantivos o adjetivos, indicando la acción o el resultado de la raíz. Por lo tanto, «rotulāre» se refiere al acto de hacer rodillo o enrollar.

La palabra latina «rotŭlus», a su vez, deriva del sustantivo «rota», que significa «rueda». Este término está relacionado con la acción de rodar o girar, y se utiliza para describir objetos redondos que giran sobre un eje, como las ruedas de un vehículo o un rodillo de cocina.

El verbo «arrollar» en español conserva la idea de girar o enrollar algo, como lo hacía el rodillo en su función original. Con el tiempo, este término ha adquirido diversos significados adicionales, como el acto de atropellar con un vehículo o derrotar a un adversario, ampliando su campo semántico.

Significado amplio

Enrollar o cubrir en forma de rollo

Este significado hace referencia a la acción de tomar un objeto plano y prolongado y darle forma de rollo, envolviéndolo o cubriéndolo de manera que adopte esa configuración. Por ejemplo, se puede arrollar una alfombra, un trozo de tela o un cable eléctrico para almacenarlo de manera ordenada y compacta.

Dar vueltas a un objeto

Otro sentido de «arrollar» es el acto de dar vueltas en un mismo sentido a un objeto, como papel, hilo o alambre, para enrollarlo o fijarlo en un carrete, bobina o cualquier otro dispositivo similar. Este uso es común en actividades como la costura, la fabricación de cables o la manipulación de materiales enrollables.

Atropellar con un vehículo

En un contexto más específico, «arrollar» se refiere a la acción de un vehículo al atropellar a un animal, una persona u otro objeto en su camino. Este uso se relaciona con la idea de pasar por encima de algo o alguien, causando daño o destrucción en el proceso.

Derrotar o vencer al adversario

Por último, «arrollar» se utiliza figurativamente para expresar la acción de vencer de manera contundente a un adversario en una competición, disputa o enfrentamiento de cualquier tipo. Esta acepción implica una victoria aplastante o avasalladora sobre el oponente.

Estos significados amplios muestran la versatilidad y la evolución semántica del término «arrollar» a lo largo del tiempo, desde su origen relacionado con el acto de enrollar hasta sus usos más figurados en el ámbito de la acción y la competición.

En resumen

El verbo «arrollar» abarca una variedad de significados que van desde el acto de enrollar o cubrir en forma de rollo hasta la acción de atropellar con un vehículo o derrotar a un adversario. Su origen en el latín «rotulāre», derivado de «rotŭlus» que significa «rodillo», refleja su conexión con la idea de girar o enrollar algo. A lo largo del tiempo, este término ha adquirido diversos usos y connotaciones, mostrando su versatilidad y adaptabilidad en diferentes contextos. Desde su función original de hacer rodillo hasta sus usos más contemporáneos en situaciones de confrontación o competición, «arrollar» sigue siendo un término relevante y ampliamente utilizado en el idioma español.