Adjetivo. Se dice de una persona considerado, tendido o señalado como despreciable, abyecto, ruin, repugnante, aborrecible, infame, depravado, repulsivo, detestable, vil, innoble e indigno, que se indica como tal y que lo puede criticar o de juzgar entre los valentones o rufianes.
Etimología
e vocablo se compone como participio del verbo activo transitivo «enalmagrar» y del sufijo «ado» que indica acción y resultado de.