Sustantivo masculino. Este vocabulario es de uso poco frecuente, inclusive anticuado se decía a una persona que hace algún presagio, presentimiento, adivinación, augurio, profecía, vaticinio, conjetura, suposición, vaticinio, anuncio o revelación sobre el porvenir, empleando como si fuera un ventrílocuo o llamado también la voz del vientre.
Etimología
no en su etimología viene de «engastrimita» con ella del griego «εγγαστριμυθος» (eggastrimythos); compuesto del prefijo griego «εν» (en) «en», «γαστηρ» (gastēr) vientre y «μυθος» (mythos) que quiere decir palabra.