Sustantivo femenino. El uso de este término no suele ser recurrente (en antiguedades) se dice de un producto de la preñez, engendramiento, procreación, concepción, fecundación o el embarazo, también se entiende en su energía, fuerza, potencia, vivacidad o del dinamismo en concebir el hijo y que no tenga dificultad en el parto.
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Etimología
Este vocablo en su etimología procede del griego «ενοημα» (enoēma) concepción del espíritu forma sustantiva de «εννοεω» (ennoeō) que quiere decir concebir.