Sustantivo masculino. Este vocablo es de uso bastante infrecuente, inclusive se le considera obsoleto, se refiere como la parte diminutivo de enojo que puede ocasionar alguna ofensa, agravio, ultraje, desprestigio o injuria contra el honor a alguien, en ocasionar o motivar algún enojo, exasperación, rabia, cabreo e ira, así mismo a una molestia e incomodidad.
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Etimología
Este vocabulario en su etimología procede del verbo activo transitivo «enojar» y del sufijo «uelo» que indica como valor diminutivo.