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Definición
Adjetivo que describe un conjunto de personas, animales o cosas, que se hallan amontonados, en un sitio demasiado estrecho.
Etimología
Esta palabra se deriva de la combinación del verbo ‘hacinar’, mismo que presenta la acepción de amontonar o acumular desordenadamente, aunque en su esencia primaria, aludía al hecho de realizar la hacina (cúmulo de haces apilados), amontonando los haces de cereal, junto con el sufijo ‘ado’, constituyente de adjetivos. Todo esto se origina en el vocablo ‘haz’, el cual proviene de la expresión latina ‘fascis’, con el significado de manojo de algo, sobre todo de vegetales.
Para los romanos, las fasces eran unos manojos compuestos de 30 varas que poseían también un hacha, mismas que eran las armas de los guardaespaldas de altos cargos. Además, representaban un símbolo de poder y de común apoyo entre el gobierno y las fuerzas armadas.
Esta simbología también ha sido empleada en siglos y milenios posteriores, aunque los más famosos de la era moderna fue el partido de Benito Mussolini, denominado ‘fascista’, terminología que procede al igual de ‘fascis’.
Hacinados en las cárceles
Así se encuentran multitud de presos en diversos países, puesto que la demanda de espacio en los recintos carcelarios sobrepasa la capacidad de reos. Estos problemas han ido en aumento año tras año y ahora se ha convertido en un grave problema social.
A pesar de que cada año se liberan presos, una buena parte de éstos no se rehabilitan en el periodo de reclusión, sino que salen a delinquir nuevamente y por lo general, los vuelven a capturar y regresan al sistema penitenciario.
En diversas cárceles latinoamericanas, muchos presos ni si quiera cuentan con el derecho de una cama o una celda, sino que duermen en el piso, amontonados en los pasillos. Además, existe toda una red de corrupción y entramado de negocios que involucran tanto a directivos, como guardas y reclusos, en los que si alguien quiere disfrutar de una celda propia con una cama, debe pagar una suma de dinero, o incluso si quiere una colchoneta para acomodarse en el pasillo.
Un enorme número de problemas se derivan de estas circunstancias, en las que el número de hacinados crece exorbitantemente. Espantosas masacres y motines se han desencadenado a raíz de ello. Es algo que cada vez se repite más en las prisiones latinas, donde también los presos se enfrentan a muerte, muchos luchando por no dejarse quitar el colchón, un pan o un cigarrillo, etc.
No sólo se encuentran hacinados, sino en una situación de total precariedad y abandono por parte de los gobiernos, razón más que suficiente como para considerarlas como las cárceles más agresivas del mundo.
Hacinados en las ciudades
En el mundo, muchas urbes se hallan densamente pobladas y en tal efecto, millones de personas se encuentran hacinadas en éstas. Como consecuencia, un largo listado de problemas se ocasiona, como un tráfico insoportable, que perfectamente puede demorar a una persona cerca de cuatro horas en su recorrido de la vivienda al trabajo y viceversa.
En tales casos, la criminalidad se ve desbordada, los costos de la canasta familiar y la vivienda suben drásticamente, a la par de los niveles de estrés entre la población.