Sustantivo masculino. Este término es de uso bastante inusual, inclusive anticuado, se define como la acción y resultado de irrogar o irrogarse, en causar y originar algún menoscabo, daño, avería, trastorno, inconveniente, perjuicio y deterioro, en lastimar, vituperar, ofender e injuriar con los precios.
Etimología
vocabulario en su etimología proviene del verbo activo transitivo «irrogar» y del sufijo «mento» sinónimo de «miento» que indica acto, estado y efecto de.