Adjetivo. Este vocabulario es de uso bastante infrecuente, inclusive obsoleto, se decía a una persona atrabajado, agotado, abrumado, trajinado, ajado, aperreado, baqueteado, ajetreado, azacaneado, exhausto, macilento, debilitado, extenuado, cansado, empobrecido, así mismo que sufre, aguanta, padece soporta o sobrelleva demasiado así mismo en la miseria, desventura, desdicha, desgracia o infortunio.
Etimología
en su etimología procede del verbo neutro intransitivo desusado «lazrar» y del sufijo «oso» para denotar como una cualidad, característica, relacionado, semejante, que posee o causa.