Adjetivo. Este vocablo pocas veces suele ser registrado y tiene un uso poco profuso, se decía especialmente de una persona afligido, triste, nostálgico, consternado, mustico, decaído, apesadumbrado, apenado, abrumado, agobiado, cansado, atareado o atosigado, que tiene un bajo estado anímico o que siente frustrado por alguna causa o motivo en especial.
Etimología
Este vocabulario en su etimología viene del participio del verbo transitivo desusado «marrir» y del sufijo «ido» para formar adjetivos de cualidad de la segunda o tercera conjugación, conferido de «marrar».