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Definición
Sustantivo masculino que hace alusión de un estado mental cercano de la ansiedad, en distintos niveles de excitación.
Etimología
Esta terminología posee el sentido etimológico de “excitación nerviosa” y se deriva de la combinación del sufijo ‘ismo’, que en este caso de las denominaciones médicas referencia una patología generada por un agente, con el sustantivo griego ‘neuron’ (nervio).
No siempre es posible identificar el nerviosismo, pues varía en distintos grados. Algunas veces, podría ser ocasionado por una tensión mental o por la ingesta de alguna sustancia farmacológica o estupefaciente. El nerviosismo se halla asociado a una condición propia de los nervios, cuya causa no siempre se sabe. Uno de los síntomas más frecuentes, suele ser un modo de respirar agitado o discontinuo.
Por lo general, no es un estado de mucha duración, en el que el individuo se siente consternado, inquieto o e intranquilo. Todas las personas han experimentado dichas emociones que pueden incluso desencadenar un malestar físico y reacciones no acostumbradas del cuerpo.
El nerviosismo puede ser causado por el estrés ante circunstancias complejas, o al enfrentarse a una situación desconocida o un sitio en el que no se perciba seguridad, ni sentido de ubicación. Entonces, la persona tiende a sudar más de lo común, a experimentar movimientos involuntarios, taquicardia, problemas de memoria y de autocontrol, dificultad de concentrarse, entre otras sintomatologías.
El nerviosismo extremo
Se define así a la actitud temerosa ante determinadas condiciones y situaciones específicas, capaz de anular la voluntad y la razón por un lapso considerable de tiempo. Se trata de un estado crónico que pudiera afectar gravemente, el desarrollo normal de la existencia en un individuo.
Se han descubierto numerosas técnicas para poder controlar el nerviosismo, en sus diversas manifestaciones.
Por ejemplo, conviene ensayar y visualizar aquello que genera tal intranquilidad, como pudiese ser una ponencia, una presentación, un examen, etc.
Otro punto de gran importancia por tener en cuenta, es el manejo de la respiración, que debe ser lo más consciente y pausada posible, intentando la calma.
Practicar algún deporte y ejercitarse con frecuencia, ayuda a que el organismo segregue mayores cantidades de serotonina, melatonina y dopamina, reduciendo el estrés y la ansiedad que conllevan al nerviosismo.
La clave para superar el nerviosismo radica en desarrollar auto confianza. Es la base para controlarlo. Cuando alguien confía en sus capacidades y fortalezas, ya ha logrado grandes ventajas, porque puede dominar su mente y su cuerpo, según sean las circunstancias.
El nerviosismo es uno de los principales obstáculos para hablar en público y es un problema que afronta mucha gente en la actualidad. De acuerdo con varias investigaciones, se ha evidenciado que casi un 80% de las personas en todo el mundo, sienten demasiado estrés y ansiedad cuando deben desenvolverse en el escenario, frente a las cámaras o un grupo numeroso.
Otra forma de nerviosismo común, es a la hora de entablar comunicación con alguien que genera bastante atracción o por quien se sienten emociones románticas, pero no se lo ha expresado jamás. Una timidez desbordada que paraliza cualquier acción y hasta las palabras.