Etimología

Esta expresión es de origen latino, bajo la denominación ‘praesens’, con el mismo significado.

Estar presente

En determinadas situaciones, se estima que una persona podría estar presente de forma espiritual, a pesar de que su cuerpo físico se halle lejos, pues su presencia o energía se sienten, quizá por la influencia de una conversación por teléfono, una carta, un chat, un correo electrónico, o simplemente pareciera que su alma se encontrara allí.

También sucede que un individuo con todo y su cuerpo, estuviese presente en un sitio, pero su mente anda divagando y pensando en infinidad de asuntos.

Este vocabulario, como adjetivo, se emplea además para referirse a alguien que en toda circunstancia se halla dispuesto a brindar su ayuda a los demás.

En la conjugación

En el ámbito de la Lingüística, el tiempo que equivale a que algo suceda o a algo cuya descripción se realiza de modo simultáneo al instante de evocársele, es el presente. Un verbo tiene la posibilidad de conjugarse en tiempo presente, teniendo en cuenta el sujeto gramatical. Por ejemplo: “María publica en su Facebook”; “Pedro está feliz con su empleo”.

Existen dos clases generales de tiempos presentes, mismos que prevalecen también en buena parte del idioma indoeuropeo: el presente indicativo y el presente subjuntivo.

Vivir el presente

Ésta es una expresión popular, muy común en las personas que podrían catalogarse como los amantes de la momentaneidad y de caracterizarse por pretender satisfacer todos los placeres posibles el día de hoy, aquí y ahora, puesto que señalan el riesgo latente de la muerte en cualquier segundo. Pero también, este vocablo quiere dar a entender, en otro sentido, que su mente permanece aquí, sin pensamientos del pasado o del futuro que nos saca del eterno presente.

Un regalo

Empleado como un sustantivo, adquiere el significado de obsequio, que puede ser tangible, o simbólico, como un detalle de amigos, amantes, novios, esposos, de agradecimiento, o cualquier regalo que se ofrece a alguien.