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Definición
Adjetivo que hace alusión de alguien que mantiene refrenadas sus emociones o impulsos, sobre todo con respecto a la sexualidad, o que se halla sometido a represiones.
Etimología
Esta terminología se deriva del verbo ‘reprimir’, mismo que fue adoptado de la voz latina ‘reprimere’, con el significado de contenido, amonestado, detenido o refrenado. Se estructura con el prefijo ‘re’, que se asume como “hacia atrás”, en combinación con el verbo ‘premere’ (agobiara través de un cerco, presionar, apretar o apresurar, más el sufijo ‘ado’, constituyente de adjetivos, forma participio e indicador que ha recibido la acción.
En las noticias se suele hablar con frecuencia, de personas que tuvieron que ser reprimidas por la policía, debido a que se encontraban realizando protestas callejeras de algún tipo, bloqueando el tráfico, o además, realizando actos delictivos como vandalismoy otros. Pero también puede suceder que las autoridades policiales o militares sobrepasen sus funciones legales y terminen violando los derechos de los individuos, como el derecho a la protesta, a expresarse libremente, etc.
Uno de los objetivos primordiales de estas acciones gubernamentales, consiste en aleccionar al resto de la población, para que no sigan la misma conducta de aquellos que tuvieron que ser reprimidos.
Inclusive, al igual es posible que toda una nación quede reprimida, como sucedió con España en la dictadura franquista, desde el año 1939 hasta la década de los 70’s. A dicha época se le denomina históricamente como “terror blanco”, en la que diversos ámbitos fueron radicalmente reprimidos, como la economía, la cultura, la lingüística, la educación, etc.
La censura es la protagonista principal en un contexto como ese. Franco, el dictador, prohibió todos los partidos políticos y movimientos sindicales; impuso multas monetarias a los detractores y embargaba sus cuentas bancarias. Impuso que el catolicismo debía ser la religión oficial y causó la muerte de millares de ciudadanos, quienes fueron presos, torturados y fusilados.
En el ámbito psicológico, una persona puede mantenerse reprimida por algún motivo, especialmente en cuanto su vida sexual. De una u otra forma se auto impone una negacióna pensamientos, deseos y acciones eróticas, bien por un ideal espiritual, o por causas de complejosde sentir culpa, vergüenza y otros.
Numerosos científicos se han visto atraídos por analizar en la historia de la humanidad, estas formas de represión, como por ejemplo el doctor Sigmund Freud, Carl Jung, entre otros. La obra del psicoanálisis de Freud, trata varios de estos aspectos que atañen en mayor o menor grado a todos.
Según la postura psicoanalítica, una persona reprimida bloquea determinados pensamientos, instintos y recuerdos, dejándolos ocultos en el subconsciente o inconsciente. Pero esto no significa que los elimine dentro de sí mismo, sino que bruscamente los esconde en capas profundas de la mente y continúan influyendo el comportamiento y la psique, llegando incluso a somatizarse. Es algo así como no ordenar una habitación, sino amontonar y embutir la ropa y todo lo que se halle tirado en el piso, dentro de un armario.
Aquello que se mantiene reprimido, se manifiesta en los sueños, en formas de ser neuróticas y hasta en enfermedades físicas que surgen a raíz de ello.