Sustantivo masculino. Esta palabra en la actualidad se encuentra desusda, se refiere a la acción y resultado de taracear o taracearse, en ornamentar, adornar, ataviar, acicalar, aderezar, decorar o atusar con el empleo de la técnica artesanal llamado taracea, muy común en la antigüedad en la civilización mesopotámica.
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Etimología
termino procede del verbo activo transitivo «taracear» y del sufijo «eo» que indica acción, estado y resultado.