Definición
El sustantivo masculino «zaragate» es un término utilizado exclusivamente en Nicaragua y Guatemala para referirse a una persona despreciable, insignificante, ruin, rastrera, innoble, indigna, vil, repugnante, infame, detestable, abyecta, aborrecible o repulsiva. En un uso menos común en México, se emplea para describir a un muchacho o niño inquieto, revoltoso, travieso o pícaro.
Etimología
La palabra «zaragate» tiene su origen en el sustantivo coloquial «zaragata», que hace referencia a una pelea o riña tumultuosa y violenta. Este término a su vez proviene del árabe hispánico «zarāqaṭa», que significa ‘lugar donde se venden cosas viejas’ o ‘rastro’. El sufijo «-ate» se añade al final, siguiendo una convención lingüística que a menudo se observa en nombres de origen americano, para formar el nuevo término «zaragate».
Significado amplio
Persona despreciable
El uso principal de «zaragate» se refiere a individuos que son considerados moralmente reprobables o indignos de respeto. Pueden ser vistos como seres rastreros, infames o aborrecibles.
Niño inquieto o revoltoso
En el contexto mexicano menos frecuente, «zaragate» se utiliza para describir a niños o jóvenes que son especialmente inquietos, traviesos o pícaros. Estos individuos tienden a ser turbulentos y causar problemas debido a su comportamiento agitado.
Clasificación
«Zaragate» es un sustantivo masculino que se emplea para designar a personas o niños con ciertas características de comportamiento o moralidad. Su uso es regional y está restringido principalmente a Nicaragua y Guatemala, aunque también se encuentra en México en un contexto menos común.
Origen
El término «zaragate» se origina en la fusión de «zaragata», que alude a una pelea tumultuosa, y el sufijo «-ate», común en nombres de origen americano. Este proceso de formación lingüística refleja la evolución del lenguaje y las particularidades regionales en el uso de ciertos términos.
Usos
El uso de «zaragate» está arraigado en las expresiones lingüísticas propias de Nicaragua y Guatemala, donde se utiliza para describir a personas consideradas despreciables o a niños inquietos. En México, su empleo es menos frecuente y se limita a ciertos contextos coloquiales.
Ejemplos
1. El político corrupto fue señalado por la prensa como un verdadero zaragate que solo buscaba su propio beneficio.
2. Los vecinos se quejaban constantemente del zaragate que habitaba en el edificio, siempre causando problemas y molestias a los demás.
3. No te dejes engañar por ese zaragate de niño, parece inocente pero es capaz de meterse en cualquier lío.