Etimología

La palabra «antipsórico» se forma a partir del prefijo griego «αντι» (anti), que significa «en contra» o «opuesto a», y del término «psórico», que está relacionado con la enfermedad de la sarna.

El sufijo «-ico» se utiliza para formar adjetivos que indican relación o pertenencia a algo. En este caso, «antipsórico» denota la cualidad de estar en contra de la sarna o de ser eficaz contra esta afección cutánea.

Características

Los antipsóricos presentan características particulares que los hacen eficaces en el tratamiento de la sarna y otras afecciones cutáneas:

• Acción específica: Los antipsóricos están diseñados para atacar el parásito del ácaro responsable de la sarna, eliminándolo y reduciendo así los síntomas asociados.
• Seguridad: Estos medicamentos suelen ser seguros cuando se usan según las indicaciones del médico, con efectos secundarios mínimos en la mayoría de los casos.
• Formulaciones variadas: Los antipsóricos están disponibles en diversas formas farmacéuticas, como cremas, lociones, champús o tabletas, lo que permite una adaptación al tipo de sarna y las preferencias del paciente.

Clasificación

Los antipsóricos se pueden clasificar según su composición química y forma de administración:

• Permetrina: Es uno de los antipsóricos más comúnmente utilizados, con una alta eficacia contra el ácaro de la sarna. Se encuentra disponible en forma de crema o loción para aplicación tópica.
• Ivermectina: Este antipsórico se administra en forma de tabletas y actúa eliminando los ácaros de la sarna a nivel sistémico. Es especialmente útil en casos graves o resistentes de la enfermedad.
• Lindano: Aunque menos utilizado debido a su toxicidad potencial, el lindano sigue siendo un antipsórico eficaz en algunos casos. Se presenta en forma de loción o champú.

Usos

Los antipsóricos se utilizan principalmente en el tratamiento de la sarna, una enfermedad cutánea altamente contagiosa causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Además de la sarna, estos medicamentos también pueden ser eficaces en el tratamiento de otras afecciones cutáneas causadas por ácaros.

Ejemplos

Algunos ejemplos de antipsóricos incluyen:

• Crema de permetrina al 5%: Esta crema tópica es ampliamente utilizada en el tratamiento de la sarna y se aplica en todo el cuerpo durante un período específico según las indicaciones del médico.
• Tabletas de ivermectina: La ivermectina oral es efectiva en el tratamiento de la sarna, especialmente en casos más graves o resistentes. Se administra en dosis específicas bajo supervisión médica.
• Lociones de lindano: Aunque menos comunes debido a su toxicidad, las lociones de lindano siguen siendo útiles en el tratamiento de la sarna en algunos casos, especialmente cuando otros tratamientos han fracasado.

Consideraciones importantes

Es importante utilizar los antipsóricos según las indicaciones del médico y seguir las instrucciones de aplicación o administración para garantizar su eficacia y minimizar los riesgos de efectos secundarios o toxicidad.

Además, es fundamental evitar la automedicación y buscar atención médica adecuada en caso de sospecha de sarna u otras afecciones cutáneas para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Conclusiones finales

En resumen, los antipsóricos son tratamientos eficaces en el combate de la sarna y otras afecciones cutáneas causadas por ácaros. Su acción específica y variedad de formulaciones los convierten en herramientas importantes en el arsenal médico contra estas enfermedades dermatológicas.

Es importante utilizar los antipsóricos de manera responsable y bajo supervisión médica para garantizar su eficacia y seguridad en el tratamiento de la sarna y otras afecciones cutáneas.