Definición
Adjetivo. «Atrocísimo» es un término que no aparece registrado en la RAE, utilizado informalmente para expresar el grado superlativo de «atroz». Se emplea para describir algo o alguien extremadamente cruel, inhumano, que carece de remordimientos, o para referirse a algo muy terrible o de aspecto desagradable.
Etimología
Este vocabulario etimológicamente procede del adjetivo «atroz», que a su vez proviene del latín «atrox», que significa feroz, cruel o terrible. El sufijo «-ísimo», de origen latino «-issimus», se utiliza en español para formar el grado superlativo de los adjetivos, indicando el máximo grado de la cualidad expresada por el adjetivo base.
El adjetivo latino «atrox» se derivaba del indoeuropeo *ater-, que significa negro u oscuro, y que también dio origen al adjetivo «ater» en latín. En la evolución semántica, «atrox» pasó a significar no solo oscuro o negro, sino también cruel o feroz, probablemente asociado con la idea de la oscuridad como símbolo de la maldad o la brutalidad en las culturas antiguas.
El sufijo «-ísimo» refuerza esta intensidad, convirtiendo a «atroz» en «atrocísimo», enfatizando así la idea de extremo en la crueldad o en la terribilidad de algo.
Significado amplio
Uso coloquial y literario
El adjetivo «atrocísimo» se emplea principalmente en contextos coloquiales o literarios para enfatizar la gravedad o la intensidad de algo que es considerado extremadamente cruel, inhumano o terrible. Aunque no esté reconocido oficialmente por la RAE, su uso es frecuente en la lengua hablada y escrita para dar énfasis a situaciones o comportamientos especialmente impactantes.
Aplicación en distintos contextos
Desde la literatura hasta el periodismo, «atrocísimo» se utiliza para describir actos de violencia extrema, crímenes horrendos, situaciones de sufrimiento insoportable o condiciones de vida inhumanas. Su aplicación abarca desde la crítica social hasta la narrativa de ficción, donde se busca transmitir la magnitud de situaciones que desafían la comprensión humana o que revelan la oscuridad más profunda del comportamiento humano.
En el lenguaje figurado
Además de su uso literal para describir la crueldad y la terribilidad, «atrocísimo» también se emplea en un sentido figurado para referirse a aspectos desagradables o repulsivos de cualquier índole, como un sabor extremadamente malo, una situación vergonzosa o un aspecto físico muy desfavorable. Este uso amplía su campo semántico más allá de lo estrictamente moral o ético, abarcando cualquier situación o condición que sea considerada extremadamente negativa o indeseable.
Ejemplos de uso
Ejemplo 1: El crimen cometido por el asesino serial fue descrito por los medios como un acto atrocísimo que conmocionó a toda la comunidad.
Ejemplo 2: La pobreza extrema en la que vivían las familias en el barrio era una situación atrocísima que exigía una acción inmediata por parte de las autoridades.
Ejemplo 3: La película retrata de manera impactante y realista las condiciones de vida en el campo de concentración, mostrando un panorama atrocísimo de sufrimiento y desesperación.
Conclusión
El término «atrocísimo», aunque no está oficialmente reconocido por la RAE, cumple una función lingüística importante en español al permitir expresar con intensidad y énfasis la extrema crueldad, terribilidad o desagradabilidad de algo. Su etimología latina y su uso en diversos contextos literarios y coloquiales subrayan su capacidad para captar y transmitir emociones y situaciones extremas que desafían la comprensión y la sensibilidad humanas.