Etimología

Este término se estructura con el vocablo ‘auto’, junto con la voz latina ‘pista’. Se trata de un término yuxtapuesto, con la acepción de “camino para automotores”.

El objetivo de una autopista, es que por ésta transiten numerosos automóviles a una velocidad considerable, con las garantías de algunas medidas de seguridad. Posee más de dos carriles en los dos sentidos, para de ese modo brindar una fluidez que impidan los embotellamientos.

Se halla provista con accesos y salidas en puntos concretos, por lo tanto no es posible acceder a una autopista por un sitio cualquiera. Los habitantes de alrededor de las autopistas, casi nunca pueden acceder a la vía por el área contigua a su domicilio. Para tal fin, esas personas deben desplazarse por vías colectoras o de servicio, diseñadas de modo paralelo.

En las naciones en las que la normatividad indica conducir por la derecha, la entrada y salida de las autopistas se localizan en el costado derecho del sentido de la vía. Este factor se relaciona con que el carril de la izquierda es por donde más rápido se puede conducir y por ende, debe dejarse pasar a otros automotores.

Con ese orden, los vehículos que entran o salen de la autopista, deben efectuarlo a más baja velocidad, en comparación de aquellos que ya se encuentran circulando por ésta. El propósito es que en la parte externa de la autopista, como en las diversas calles de una ciudad, así como avenidas, se transite a una velocidad moderada, para preservar la seguridad vial.

Las normas generales de tránsito de todos los países, indican que las autopistas no deben ser atravesadas por pasos de peatones, ni vías del tren, ni ninguna otra vía.