Definición
Adjetivo. Este vocablo de uso anticuado y que no aparece asentado en la Real Academia Española (RAE) se refiere a la forma superlativa de «bajo». Se utiliza para describir algo de muy poca altura, como un calzado que no tiene tacón o un instrumento musical de viento que produce sonidos muy graves. Aunque su uso es poco común en el español contemporáneo, «bajísimo» puede encontrarse en textos antiguos o literarios para enfatizar la extremidad de la característica de baja altura.
Etimología
Este vocabulario en su etimología está compuesto del adjetivo y sustantivo «bajo» y del sufijo «-ísimo», que indica grado superlativo de los adjetivos. La palabra «bajo» proviene del latín bassus, que significa «bajo» o «profundo». El sufijo «-ísimo», de origen latino -issimus, se utiliza en español para formar el superlativo absoluto de los adjetivos, indicando el grado máximo de la cualidad. Por lo tanto, «bajísimo» denota algo extremadamente bajo en altura o en tono.
Significado amplio
El término «bajísimo» abarca diversos significados y aplicaciones, aunque su uso es raro. A continuación, se exploran algunos de los principales significados y aplicaciones del concepto de «bajísimo»:
Altura física
En el contexto de la altura física, «bajísimo» se emplea para describir objetos o personas con una altura extremadamente reducida. Aunque es un término anticuado, puede encontrarse en descripciones literarias o históricas para enfatizar la pequeñez de algo. Por ejemplo, se podría decir «una mesa bajísima» para referirse a una mesa especialmente baja.
Calzado
En referencia al calzado, «bajísimo» describe zapatos que no tienen tacón o cuyo tacón es extremadamente bajo. Este uso subraya la característica de comodidad y simplicidad en el diseño del calzado, siendo apropiado para situaciones que requieren un andar prolongado o para quienes prefieren zapatos sin elevación.
Instrumentos musicales
En el ámbito de la música, «bajísimo» puede describir instrumentos de viento que producen sonidos muy graves. Estos instrumentos son esenciales en las orquestas y conjuntos musicales, proporcionando la base tonal sobre la cual se construyen las armonías. Ejemplos de estos instrumentos incluyen el contrafagot o el subcontrabajo, que se caracterizan por su capacidad de producir tonos muy bajos.
Historia y evolución
El uso de «bajísimo» ha disminuido con el tiempo, especialmente en el español moderno, donde la tendencia es utilizar formas más comunes de superlativos como «muy bajo» o «extremadamente bajo». Sin embargo, su presencia en textos antiguos y literarios proporciona una visión de cómo se utilizaban los superlativos en el pasado para describir cualidades en su grado más alto. La evolución del lenguaje ha llevado a una simplificación en la formación de superlativos, pero «bajísimo» permanece como un ejemplo interesante de las formas lingüísticas del pasado.
Usos y ejemplos
Aunque su uso es raro, «bajísimo» puede encontrarse en ciertas expresiones o descripciones. Por ejemplo, en literatura, un autor podría escribir: «El techo era bajísimo, apenas podía estar de pie». En el contexto del calzado, alguien podría decir: «Prefiero los zapatos bajísimos para caminar largas distancias». En música, un crítico podría comentar: «El contrabajo tocaba en un registro bajísimo, creando una atmósfera solemne«. Estos ejemplos ilustran cómo el término puede aplicarse en diferentes contextos para enfatizar la extremidad de la característica de baja altura.
En resumen, «bajísimo» es un adjetivo superlativo que describe algo extremadamente bajo en altura o tono. Aunque es de uso anticuado y no está registrado en la RAE, su significado y etimología ofrecen una visión interesante de la formación de superlativos en español.