Etimología

Este término etimológicamente es de procedencia latina, bajo la denominación ‘beneficĭum’, del mismo significado.

La traducción del latín al español de este vocablo, es ‘bendición’. El acto de recibir o proporcionar un beneficio, equivale a un estado de bienestar y alegría. Casi siempre se habla de un beneficio económico, político o social.

El beneficio económico

Se halla relacionado con una ganancia monetaria, producto de algún negocio o una suma invertida. Se considera como un beneficio al cliente, cuando se le brinda la oportunidad de adquirir algo, pagándolo a cuotas sin que el precio se incremente por ello.

No obstante, un beneficio económico no todas las veces se vincula con dividendos monetarios, sino que igualmente puede suceder que un trabajador preste sus servicios en una empresa, motivado porque el salario es alto, pero los beneficios escasos o al revés, los beneficios constituyen el salario de otro modo. La persona antes de decidir laborar allí, tuvo que realizar un análisis de costo-beneficio, por medio del que se pueden calcular los pros y los contras de un asunto financiero, económico o laboral.

El beneficio social

Esta clase de beneficio es el que se ofrece o se obtiene, como recompensa de haber efectuado una buena obra, que satisface primeramente al corazón.

Tal es el caso de un grupo de gentes solidarias que llevan a cabo una colecta de recursos económicos, alimentos y medicinas, para donarlos a los más necesitados, personas sin techo y en situaciones precarias. Se estima como una acción que beneficia tanto a quienes reciben, así como a aquellos que contribuyeron, con la felicidad de servir a la humanidad.

El beneficio de la duda

Esta locución se refiere de asuntos asociados con el Derecho y algún proceso judicial o jurídico. Consiste en el derecho de demostrar que se es inocente de algún delito, principalmente argumentando la falta de evidencia y de material probatorio. En muchas naciones prima el precepto de que “nadie es culpable, hasta que se demuestre lo contrario”.