Adjetivo. Este término en la actualidad se encuentra desusado, se entiende por febre como la persona debilitado, extenuado, desnutrido, flaco, enclenque, flojo frágil, blandengue, exánime o decaído, que ha perdido o privado de la energía, fuerza o el vigor que la poseía.
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Etimología
Este vocablo etimológicamente es de origen incierto; conferido del latín popular «febĭlis» y del latín «flebĭlis» que significa deplorable.