Adjetivo. Este vocablo se dice especialmente de una persona perversa, pérfida, maliciosa, infame, depravada, maligna, indigna o bellaca, de malas intenciones y que induce a las malas costumbres. Castigado y condenado por la justicia divina. Miserable y ruin, de mala calidad. Que no esta conforme o acorde a las normas establecidas en especial en el ámbito artístico y literario. La locución interjectiva de poco uso «maldita sea» expresa algún enojo.
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Etimología
Este vocabulario etimológicamente viene del latín «maledictus» participio irregular de «maledicĕre» que quiere decir maldecir.