Etimología

Este vocabulario en su etimología es de origen latino bajo la denominación ‘peior’, con la misma acepción.

Esta palabra puede emplearse de forma adjetival comparativa o adverbial, según sea la situación. La expresión “lo peor”, se entiende como algo que es menos aceptable y benéfico en relación con otras cosas. Por ejemplo: “Instalé la última versión de Windows, pero me ha parecido la peor, en comparación con las anteriores”. “Este vestido es de peor material que el otro”. “El rendimiento escolar es peor que el año pasado”.

Asimismo, ‘peor’ puede ser usado para designar lo contrario a lo provechoso, lo bueno, lo que beneficia. Ejemplo: “Lo peor que a uno le puede pasar es que lo confinen en la casa, violándole todos los derechos”. “Carlos cometió el peor error de su vida, al haberse casado con Martha”. “Lo peor que ha hecho el Presidente, es encerrar a los ciudadanos en sus casas a la fuerza”. “El peor día de su vida fue cuando regresó y no encontró a nadie”.

“Lo peor” es una idea exacerbada de lo malo. Tal es el caso de si se pierde dinero invirtiendo en algún negocio, perderlo jugando en el casino es peor. Eso que se califica como “lo peor”, igualmente puede ser lo más inferior, dañino, negativo y feo. En tal efecto, algún espectador podría calificar al director de la película como el peor cineasta del mundo, lo cual acusa que ese individuo no conoce un director con tan malas producciones.

El sentido contrario a peor es mejor, término que se refiere de lo más bueno y positivo. Por ejemplo: “Mario es el mejor luchador de artes marciales, en la modalidad de Karate”. “Mercedes Benz ha sacado el mejor vehículo de la historia”. Del mismo modo como sucede con la idea de ‘peor’, sobresale un evidente grado de subjetividad cuando se emplea esta palabra, en casi todos los contextos. Lo que puede ser peor para alguien, es mejor para otra persona y viceversa.