Etimología

ste vocabulario en su etimología, viene del latín vulgar ‘veclus’ y a su vez, del latín ‘vetŭlus’, forma diminutiva de ‘vetus’.

Si se trata de gente, se mantiene el imaginario colectivo de que alguien es viejo si tiene más de 70 años. Aun así, este término varía según el contexto. Un piloto de 45 años, puede ser catalogado como viejo para las carreras y la práctica de este deporte extremo, a pesar de que en rasgos generales es una persona joven.

Si es para referirse a las cosas, la noción de viejo adquiere el significado de antigüedad o detrimento a causa de usarlas por mucho tiempo. Por ejemplo: “Tengo un vestido más nuevo, pero prefiero este viejo que me queda mucho mejor”. “Aunque sea un automóvil viejo, está dotado con uno de los mejores motores que hayan creado”. “En esa construcción vieja hay fantasmas”.

Una circunstancia podría ser calificada como vieja, si es anticuada y trillada. “No me salgas con el viejo cuento de que no tienes dinero”. “Esa vieja idea de estudiar, ser empleado y esperar progresar en la vida, en realidad no aplica a la realidad”. “Invitar a una mujer a comer y a tomarse unas copas, es algo viejo para conquistar”.

En determinadas naciones, este vocabulario se utiliza en forma de sustantivo común y de modo cariñoso, atribuido a un esposo, a un padre, a un abuelo, o a un amigo. “Es un buen tipo mi viejo”. “Mi viejo es un ejemplo de guerrero y de vida”. “Mira viejo, ya te dije que no te metieras con Paula”. “¿Qué hay de nuevo viejo?”.

Aparte de lo anterior, es pertinente resaltar que esta palabra suele ser empleada como nombres de lugares. Algunos casos son: “Pueblo Viejo”, un poblado en el estado de Veracruz, en México. “Rancho Viejo”, “año viejo”, “noche vieja”.

Asimismo, se puede utilizar este término de manera despectiva y ofensiva: “ese viejo me produce asco”. “Tan sólo eres un pobre viejo”. “Es un viejo verde”.