Etimología

La palabra «arrufianar» etimológicamente procede del prefijo «a-» (del latín «ad-«, que indica proximidad o dirección hacia), del sustantivo «rufián» y del sufijo «-ar» que se utiliza para formar el infinitivo de los verbos.

Prefijo «a-» (ad-): El prefijo «a-» proviene del latín «ad-«, que denota cercanía, dirección o propósito. Este prefijo es común en la formación de verbos en español, como en «acercar» (aproximar) y «afianzar» (hacer firme).

Sustantivo «rufián»: El término «rufián» tiene sus raíces en el latín «ruffianus», que a su vez proviene del griego «ῥυφιανός» (rhuphianos), relacionado con «ῥύπος» (rhupos), que significa suciedad o inmundicia. En la Edad Media, el término se utilizaba para describir a los individuos de mala reputación y conducta deshonesta.

Sufijo «-ar»: El sufijo «-ar» es un sufijo flexivo en español que se usa para formar verbos en infinitivo, pertenecientes a la primera conjugación. Este sufijo deriva del latín «-āre» y se emplea ampliamente en la creación de nuevos verbos a partir de sustantivos o adjetivos, como en «limpiar» (de «limpio») y «hablar» (de «habla»).

Significado amplio

Comportamiento como un rufián

El verbo «arrufianar» se empleaba para describir el proceso de adoptar o mostrar comportamientos típicos de un rufián. Esto incluye acciones deshonestas, engañosas o moralmente reprochables. En este contexto, arrufianarse significaría adoptar una actitud o un estilo de vida caracterizado por la delincuencia y la falta de integridad.

Uso pronominal

Como verbo pronominal, «arrufianarse» se refiere a la acción de volverse o convertirse en un rufián. Este uso implica una transformación en el comportamiento y las actitudes de una persona, llevándola a actuar de manera deshonesta o vil.

Contexto histórico y uso

El término «arrufianar» refleja un vocabulario que, aunque obsoleto, ofrece una visión de las actitudes y comportamientos que se consideraban moralmente cuestionables en épocas pasadas. Durante la Edad Media y el Renacimiento, el concepto de rufián estaba asociado con los bajos fondos de la sociedad, y comportarse como un rufián era visto como un grave defecto de carácter.

El uso de «arrufianar» en la literatura y otros textos antiguos nos permite entender mejor las normas sociales y los valores morales de la época. Por ejemplo, en obras literarias del Siglo de Oro español, los rufianes a menudo se presentan como antagonistas o personajes que ilustran la decadencia moral.

Relación con otras palabras

El verbo «arrufianar» está relacionado etimológicamente con otras palabras que describen comportamientos deshonestos o moralmente cuestionables. Algunas de estas palabras incluyen:

• Rufián: Persona que lleva una vida deshonesta o vil.
• Canalla: Persona despreciable y sin principios.
• Pícaro: Persona astuta y engañosa, que busca su propio beneficio sin importar los medios.
• Bribón: Persona que engaña y comete fraudes.

Conclusión

El verbo «arrufianar» es un ejemplo de cómo el lenguaje puede evolucionar y cómo ciertos términos pueden quedar en desuso con el tiempo. Aunque ya no se emplea en el vocabulario moderno, «arrufianar» nos ofrece una ventana al pasado, revelando cómo se describían y conceptualizaban ciertos comportamientos deshonestos y moralmente cuestionables.

La etimología de «arrufianar» destaca la riqueza del idioma español y sus conexiones con el latín y el griego, subrayando la influencia duradera de estas lenguas clásicas en la formación del vocabulario español. A través del estudio de palabras como «arrufianar», podemos apreciar la historia del lenguaje y la manera en que las palabras reflejan y moldean nuestra comprensión del mundo y los valores sociales.