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Definición
Sustantivo masculino. Es un movimiento en la cual hace un cuerpo inclinándose a un lado al otro opuesto. Extrañeza, duda, vacilación o desorientación en hacer alguna cosa. Es un movimiento que se va inclinado al cuerpo hacia adelante o atrás sin mover los pies, refiriendo en el deporte de la esgrima. Es un libro contable donde se registra el activo y del pasivo de la empresa.
Etimología
Esta palabra en su etimología procede del francés «balance» con el mismo significado. Sin embargo, originalmente proviene del latín “Bilancia”; en seguida se adaptó al francés y luego al español, adquiriendo una connotación parecida al del término ‘balanza’, con la pretensión de referirse al equilibrio que existe entre algo que se coloca sobre dos platillos y posee dos sentidos distintos: primero, hace alusión a los cuerpos que presentan un movimiento oscilatorio entre un sitio y otro, participando de un balanceo que impide no caer. Segundo, aplica para las voluntades humanas que vacilan a la hora de actuar y manifiestan total indecisión.
En el ámbito de la contaduría, el balance denota al estado de determinado patrimonio con relación a sus activos y pasivos; esto se conoce como el patrimonio neto. Se considera como un balance positivo si dichos activos sobrepasan los pasivos, pero negativo si es al revés. El balance es aquel documento en el que se especifica aquel estado patrimonial.
En otro sentido distinto, en lo que concierne de la psicología, se le denomina “balance de conciencia” a la acción de reflexionar y sopesar las actitudes positivas y negativas que surgieron en un periodo de tiempo, frente a distintos eventos o uno en particular, para analizar la conducta e identificar los defectos que conducen a los errores y cómo hubiese sido la mejor manera de comportarse y actuar en esa o esas situaciones.
En la navegación, se entiende como ‘balance’ al movimiento de las embarcaciones que al momento en que surcan las aguas, pasan de babor a estribor, o al contrario.
Se habla del “balance natural” para definir al perfecto equilibrio de las fuerzas de la naturaleza, sin que se haya requerido ni involucrado a las personas. De hecho, es el ser humano quien altera aquel balance natural, evidenciándose en las nefastas secuelas para el medio ambiente.
Pero también se conoce el “balance térmico”, mismo que representa la cantidad de energía calórica que una máquina que funciona con vapor llega a gastar, en el tiempo que dure una prueba que se le realice.