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Definición
Sustantivo masculino. Este término hace alusión al primer mes del año, correspondiente al calendario gregoriano. Esta denominación fue originada en honor a Jano, que en la mitología romana representa a la puerta, los principios y desenlaces. El primer día de este mes se llama año nuevo, considerado como festivo en algunas partes del mundo. Tiene 31 días.
Etimología
Este vocablo en su etimología proviene del latín popular ‘Ienuarius’, y a su vez del latín ‘Ianuarius’.
Frase de ejemplo:
Comienzan las ferias y fiestas en Enero y el día de la epifanía.
Jano es el vigía del portal o del pasadizo. Se relaciona con la raíz de origen indoeuropeo ‘ei-‘, que significa ‘conducir’. Al igual que los vocablos latinos ‘iānitor’ (portero), ‘iānus’ (varios arcos, pasadizo abovedado).
El dios Jano de los antiguos romanos, aunque no guarda ninguna correspondencia con la mitología griega, se trata de una deidad muy antigua. Se le plasmó como un ser poderoso con dos caras barbadas y opuestas.
El templo de Jano casi siempre mantenía sus puertas abiertas en temporadas de guerra y únicamente se cerraban cuando había calma, lo cual era en pocas oportunidades. En un comienzo se le rendía culto como el dios de los portales, no sólo de las puertas físicas y de los caminos, sino también portales a otros mundos. Se le representó con una vara de poder sostenida en la mano derecha, misma que empleaba para expulsar lejos a quienes no poseían los méritos para atravesar el umbral y en su otra mano, una llave.
No sólo se le llamaba el dios de los portales, sino también de las partidas, los retornos y las salidas. Algunos romanos lo llamaban ‘Portumnu’, el deiduso de los puertos marinos. También, se le consideró como la divinidad de los comienzos o los inicios, por lo que era invocado y adorado en los amaneceres.
En la época de Rómulo y Remo, cuando se tenía el calendario romano más antiguo, en el siglo VIII antes de Cristo, el año sólo era constituido por 10 meses, que en total contaban 304 días iniciando por marzo y culminando en diciembre, el décimo y último mes, más 60 días que no se contabilizaban y correspondía a la temporada invernal.
No obstante, fue el emperador Numa Pompilio (753-674 a.C.), quien añadió enero como mes 11, y febrero como el 12. Muchos siglos después, se adaptó enero al comienzo del calendario, por haber sido el 1 de enero el día de unas importantes elecciones en el año 153 a.C. En seguida rigió el calendario juliano y finalmente, el gregoriano a partir de 1582.