Etimología

Esta palabra en su etimología, proviene del verbo transitivo e intransitivo ‘esforzar’.

El esfuerzo al igual es percibido como una cualidad anímica, directamente asociada con la fuerza o el tesón con el que se asume un conflicto o problema, o al comprometerse con cumplir una meta.

Por consiguiente, virtudes como la esperanza, la disciplina y la seguridad en sí mismo, giran en torno del esfuerzo.

Sin esfuerzo, prácticamente ningún propósito complejo se podría realizar, pues siempre los objetivos más complicados ameritan persistencia, paciencia y sobre todo grandes cuotas de energía.

El esfuerzo en la Física

Concretamente, en lo que compete de la mecánica, toda fuerza que obra sobre algún cuerpo y lo deforma, se denomina esfuerzo. En tal efecto, el modo como se comporta la materia cambiará según sea cómo se utilice dicha fuerza. Entonces, ésta podría generar distintas alteraciones en un cuerpo, como aplastarlo, doblarlo, estirarlo, pulverizarlo, torcerlo, o cortarlo.

El esfuerzo físico

Tal es el caso de alguien que se transporta en un bus, pero debido a un tráfico congestionado, nota que va a llegar tarde a su trabajo, lo cual podría costarle el empleo. Por lo tanto, decide bajar el autobús y empezar a correr con prisa, en contrarreloj, para llegar puntual. Su estricto cumplimiento, le exigió un esfuerzo físico.  En otra situación, si alguien quiere bajar de peso, debe esforzarse al máximo en su dieta y en los ejercicios.

El esfuerzo mental

La noción de esfuerzo también se emplea con frecuencia, para hacer referencia de la práctica del dominio de la mente. Por ejemplo, una persona podría verse en dificultades para desarrollar un problema de matemáticas. Pero si se toma el tiempo necesario y se esfuerza en comprender el enunciado, leyendo y analizando minuciosamente cada premisa, cuenta con altas probabilidades de hallar la respuesta.

La prueba de esfuerzo

Con esta denominación se conoce a un examen médico, que sirve para detectar patologías cardíacas que previamente se han diagnosticado, o que se están analizando, como en el caso de la miocarditis, entre otras afecciones del corazón. Para tal fin, el paciente debe someterse a una serie de ejercicios que le exigirán su destreza corporal y al activarse su sistema cardiorrespiratorio a un buen nivel, se puede valorar la enfermedad. Igualmente se le conoce como ergometría.