Definición
Sustantivo femenino. Este término hace referencia al segundo mes del año correspondiente al calendario gregoriano, que se conoce en la actualidad. Está compuesto por 28 días y cuando ocurre un año bisiesto, se cuentan 29 días. En ocasiones raras frecuentaba a 30 días, por la conversión que anteriormente tenía al calendario juliano y es cuando algunos países inician la temporada escolar.
Etimología
Este vocabulario en su etimología es de procedencia latina bajo la denominación ‘Februarius’, en honor a ‘Februa’, el festival romano de la purificación y fue incorporado a los Lupercales.
Este vocablo posiblemente es de procedencia sabina, un pueblo prerromano que habitó en territorios de los montes Apeninos centrales. Así como enero, llamado así por el dios Jano, en el término ‘Februārĭus’ se encuentra el sufijo del latín que indica pertenencia (arius), razón por la que el significado literal de febrero es “el mes que tiene que ver (arius) con las fiestas de expiación (februa)”
Se debe tener en cuenta que Februus, en la antigüedad era catalogado como un dios del infierno, al que se le rinde culto en febrero y tiene que ver con la muerte. Según varios lingüistas, es de procedencia etrusca, cuya equivalencia es el Dis Pater de los romanos, que traducía “el más rico de todas las deidades”.
En la época de Rómulo y Remo, el calendario romano tan sólo contenía 10 meses, que en total constituían 304 días, comenzando por marzo y culminando en diciembre, señalando un periodo de invierno de 60 días que no se incluían.
Sin embargo, el emperador Numa Pompilio (753-674 a.C.), decidió arbitrariamente añadir un mes al final, que llamó ‘Januarius’, el mes número 11, en honor a Jano, el dios de los Jinas. Además, agregó ‘febrero’, como el mes 12, que finalizaba el año. El 15 de febrero se celebraraban las februas, como festividad de fin de año, en el periodo de la Roma monárquica y republicana.
Pero todo cambió en el año 153 a.C, cuando se realizaron unas elecciones atípicas de magistrados, el día 1 de enero. Desde entonces, a partir de ese día se estableció el comienzo del año del calendario romano. Después se adaptó el calendario juliano, que inició desde el 1 de enero del 45 a.C. Fue hasta el año 1582 que finalmente el mundo adoptó el calendario romano.
En la roma antigua, igualmente se realizaban celebraciones en el mes de febrero, llamadas Lupercales, en honor a Lupercus, que equivale al dios Fauno o Pan de los griegos, para protección de sus animales.