Etimología

Este vocabulario en su etimología, es la parte influenciada del latín tardío ‘grossus’, que quiere decir grueso.

El grosor es un detalle bastante significativo en diversas cosas. Por ejemplo, en lo que compete a la música, las cuerdas de los instrumentos varían según su grosor, al igual que los platillos, las boquillas y los parches, ya que el sonido se genera en virtud de ello.

Esta característica también se aplica para una gran cantidad de productos de ferretería, como tuercas, arandelas, tornillos, etc. Existen diseños en muchos grosores.

En la comida, al igual se aprecia esta terminología, para referirse del volumen de los alimentos, como la carne, el queso, un sándwich, etc. Es un factor crucial para calcular cuánto se exponen a la cocción.

En el campo del dibujo y de la pintura, el grosor cuenta con gran relevancia en muchos aspectos. Con esta palabra se describe el volumen de las líneas.

Al mismo tiempo, esto depende del grosor de los lápices, pinceles y otros utensilios, incluyendo el papel, mismo que puede ser mayor o menormente absorbente, cualidad que es fundamental para que la tinta se acentúe de modo correcto. Mientras más gruesos, más absorben. Por ende, si se trata de un dibujo pintado con un lápiz, no se requiere grosor en el papel, y lo contrario sucede con la pintura.

En el ámbito musical, un instrumento se encuentra constituido por distintas partes, mismas que presentan mayor o menor grosor y este factor determina su sonido. La acústica de un teatro, al igual se basa en el grosor de sus paredes, pisos y techos, para la calidad sonora, con la finalidad de que se aíslen totalmente los ruidos exteriores.

Finalmente, en la arquitectura y la ingeniería se tiene muy en cuenta el grosor de los materiales que se emplean. De eso depende si una obra o construcción es fuerte y segura, o al revés, frágil y riesgosa.

Para la medicina, el grosor es una medida significativa en diversos aspectos, como en el caso de los intestinos, que se clasifican en grueso y delgado.