Definición
Verbo activo transitivo que designa la acción de disipar los recursos económicos, destinándolos a cosas negativas o innecesarias. Otra definición es gastar el tiempo, despilfarrar las horas o también, agotar la paciencia.
Etimología
Este vocabulario se halla estructurado con el vocablo ‘mal’, junto con el verbo ‘gastar’, por lo tanto se trata de un término yuxtapuesto, que denota un acto de derroche. La expresión ‘mal’ significa “no bueno” y se deriva de ‘malo’, que a su vez se originó de la voz latina ‘malus’. Por su parte, gastar se originó en el latín vulgar ‘vastare’, que traduce devastar.
Sin duda alguna, este término es demasiado antiguo. Por ejemplo, la Biblia lo menciona, especialmente con una enseñanza de Jesucristo, que narra la historia de un sujeto que exigió a su padre la parte de la herencia que le correspondía, aun estando él en vida, petición que le fue concedida. Pero en poco tiempo la malgastó en una vida de excesos y derroche de placeres. Cuando ya no le quedaba nada, no tuvo otra opción que regresar a casa de su padre, a pedir clemencia.
Malgastar es algo que resulta fácil de hacer, mientras que ganar los recursos implica esfuerzo y disciplina, en la mayoría de los casos. Entonces, es mayor el tiempo y la dedicación que se requieren para conseguir algo, que cuando se malgasta todo lo que arduamente se logró.
Malgastar la energía es algo que cada vez resuena más en la humanidad, tanto externamente, como internamente en cada quien. En cuanto la energía del exterior, tiene que ver que con los combustibles, el gas, el petróleo, la gasolina, la electricidad, etc. Y con relación al mundo interno individual de cada persona, la energía psíquica y personal que de malgasta con explosiones de ira, lujuria, envidia, odio, rencores, etc.
Diversos sabios de las épocas y de la geografía, han coincidido que la energía vital de un ser humano, se malgasta principalmente expulsando sus fluidos seminales.