Mandar

Este verbo alude a la acción de ordenar tareas y labores a otros individuos, para que se lleven a cabo eficientemente. Por lo general, esta acción la realizan aquellos que ostentan alguna clase de jerarquía superior ante los otros, quienes en muchos casos requieren instrucciones para que prosigan con sus deberes.

En el contexto laboral, quienes mandan son las personas que ocupan un cargo elevado, tal cual un presidente, un jefe de área o algún directivo. Este individuo es el que tiene la misión de ordenar distintas labores a sus súbditos.

No se puede calificar como algo negativo que alguien mande. Empero, se debe considerar que todo depende del modo en que se expresen las órdenes por parte de quien dispone del mando. Las dos cualidades fundamentales que debe poseer todo líder, es el autocontrol y el respeto; de no ser así, el personal bajo sus directrices no responderá adecuadamente y las labores no se culminarán con la total diligencia de un empleado bien tratado y a gusto en su trabajo.

Pero si se manda con autoridad, respeto y consideración a los demás, el personal tenderá a respetar a su jefe y hasta llegarán a estimarlo, pues demuestra que en realidad ayuda y se interesa por las personas.

Con el fin de que una orden sea bien recibida y ejecutada, debe ser comunicada de forma pertinente, con las palabras propicias y claras, llenas de respeto y positivismo. Aplica no sólo en el ámbito laboral, sino también en el familiar, académico, etc.