Definición
Sustantivo femenino. Esta palabra hace referencia de revestimiento interno y húmedo, propio de determinadas partes del cuerpo y órganos. Existen glándulas de la mucosa cuyo trabajo es segregar el moco, una sustancia espesa y pegajosa.
Etimología
Su origen etimológico se encuentra en la voz latina ‘muccosus’, que traduce “parecido al moco”. Se estructura con el vocablo ‘muccus’ (moco), sumado al sufijo ‘oso’, que significa abundancia.
La mucosa digestiva
Corresponde a la capa de adentro que envuelve algunos órganos y cavidades que se hallan conectados con el exterior, tal cual ocurre con el tracto digestivo, mismo que abarca la faringe, el estómago, la boca, el esófago y los intestinos.
Una de las funciones primarias de la mucosa intestinal, es brindar protección y fortalecer el sistema inmune digestivo, pues se halla dispuesta de manera especial, para que sea colonizada por bacterias de tipo comensal, cruciales para que se lleven a cabo los procesos de la digestión y además, para que funcionen correctamente las defensas.
La mucosa bucal
Se trata de los tejidos delicados y húmedos, como los que se hallan adentro de la cavidad bucal, mismos que recubren la zona de adentro de los órganos de la digestión, así como los respiratorios, que involucra la tráquea y los bronquios, o los urológicos y genitales, en el caso de la mujer reviste la vulva y la vagina.
Concretamente, la mucosa oral inicia en el tracto digestivo superior y en ésta, se pueden desarrollar patologías locales o sistémicas. Toda afección de la boca, necesita que se le examine de forma detallada y rigurosa de la totalidad de la cavidad; tanto las encías, la mucosa oral, la lengua y el paladar.
La mucosa eritematosa
Esta denominación no es propiamente de una patología, sino de un claro indicio de una afectación, inflamación o irritación profunda, que ha conllevado a que se incremente el flujo sanguíneo en dirección a la mucosa, generando un enrojecimiento.