Etimología

Este vocabulario etimológicamente procede del latín ‘audīre’ y con éste, del italiano ‘idire’.

La noción de oír casi siempre se relaciona con escuchar, empero este último es un acto mucho más complejo, en cambio oír tan sólo requiere con percibir sonidos. De todas maneras, popularmente se usan como si tuviesen el mismo significado.

La capacidad de oír es uno de los sentidos del ser humano, constituido por un sistema muy complejo, tanto biológico como psicológico, que brindan la posibilidad de que un individuo pueda percibir sonidos, mismos que se definen como sensaciones que se generan en el oído, debido a determinadas ondas y vibraciones.

Las ondas sonoras viajan por el ambiente circundante y cuando impactan las orejas, las procesa todo el sistema del oído constituido por varios nervios, huesos, membranas y células; entonces, inician a ser decodificadas por el cerebro. Las vibraciones que se originan como resultado de las ondas, se transforman en impulsos de tipo nervioso que llevan información a unas áreas cerebrales.

Una persona voltea a ver, tan pronto como oye que alguien lo llama por su nombre. Es un fenómeno tanto físico como mental, ya que por ejemplo puede percibir que es una voz conocida y llegar al entendimiento básico de que se trata de determinada persona y en seguida, utiliza el sentido de la vista para corroborar.

Oír es una de las funciones básicas del ser humano, aunque existen distintos trastornos que pueden afectar este sentido, que abarca el oído interno, medio y externo y si alguna de estas partes se atrofia, ya no se podrá oír con claridad. Puede ocurrir por una infección en el oído, pero también por otras patologías como la tinnitus, la enfermedad de Ménière o los barotraumas.

Frases con ‘oír’

“Oír voces que nadie más puede oír no es una buena señal, incluso en el mundo de los magos”. Harry Potter.

“Ver lo invisible, oír lo inaudible”. Arthur Rimbaud.