Etimología

palabra en su etimología es de origen incierto y por lo tanto, es de procedencia desconocida.

Este vocabulario posee una etimología incierta, empero han surgido algunas teorías al respecto. Una de éstas, afirma que el término apareció a partir de la raíz germana ‘tômjan’, o de la onomatopeya propia de algo cuando se cae.

Sin embargo, a comienzos del siglo XX, esta teoría se anuló y se consideró que en realidad, ‘tomar’ se deriva del latín ‘autumare’, que significa creer o afirmar. No obstante, hay quienes se oponen a esta noción, argumentando que ‘autumare’, no comienza con la letra ‘t’.

Distintos usos y significados se le atribuyen a esta palabra. Inclusive, es el nombre de una ciudad de Portugal. De otro lado, cuando se dice que alguien va a tomar algo, puede significar que va a coger algo con la mano, o igualmente, que va a beber algo, de modo que el sentido que posee este término todas las veces se asociará al contexto de las circunstancias en que se hablan.

De igual manera, es posible emplearlo para decir que alguien va a tomar decisiones, lo que equivale a que una persona se encuentra convencida de realizar algo en su existencia, como puede ser a nivel  laboral, académico, espiritual o personal. Se trata de un proceso voluntario de un individuo, al discernir sobre las distintas opciones e inclinarse por la que más vea favorable.

“tomar el bus” es una expresión muy frecuente en el habla hispana, que designa la acción de aguardar y subir a un medio de transporte público, por el cual seguramente debe pagar un pasaje y se trasladará de un punto a otro.

Frases de ejemplo:

• “La misión de un docente consiste en tomar bajo su mando, un grupo nutrido por numerosos alumnos y transmitirles valores y principios sólidos”.
• “Si esa persona ni si quiera sabe el rol que desempeña, ¿qué nuevo cargo debe tomar?”
• “Toma: te obsequio un peluche dorado. Muy dorado”.