Ultravioleta

Etimología

Esta terminología posee el sentido de “tonalidad del color invisible, ya que su onda no cuenta con una onda con una longitud mayor que la del violeta”. Se compone con el prefijo ‘ultra’, que significa “más allá”, en combinación con el vocablo ‘violeta’, derivado de la voz latina ‘viola’, equivalente a una flor con pétalos púrpura.

Un rayo se define como una línea de energía producida en determinado punto, con la capacidad de propagarse en una dirección concreta. Según sus detalles, los rayos se pueden clasificar en rayos alfa, rayos X, rayos lumínicos, rayos alfa y gama, etc.

Como tal, los rayos ultravioleta emiten una radiación de tipo electromagnético, que se distinguen porque presentan una longitud de onda que varía desde los 400 nanómetros, a la mínima de 15 nanómetros. La palabra ‘ultravioleta’ indica que el rango de la longitud de onda inicia en la parte de atrás del espectro que se puede ver y que los seres humanos perciben como tono violáceo.

Múltiples usos se asignan a los rayos y la radiación ultravioleta, como en la odontología y en diferentes ramas de la medicina, sobre todo para tomar exámenes del interior del cuerpo y estructura ósea.

Asimismo, gracias a los rayos ultravioleta, se pueden diseñar dispositivos lumínicos que en ciertas situaciones, hasta resultan útiles para acabar con insectos molestos, identificar la existencia de fluidos corporales en algún objeto y hasta para desintegrar microorganismos dañinos como bacterias y virus.

Otra denominación que se atribuye a los rayos ultravioleta es “rayos UV”, por sus siglas y sus efectos pueden ser bastante perjudiciales para la salud de gran parte de los seres vivos. Naturalmente son producidos por el Sol, por eso la medicina oficial advierte tanto en la necesidad de protegerse de la exposición al astro rey en horas meridianas y de mayor intensidad.

La atmosfera terrestre se encarga de absorber una gran cantidad de radiación ultravioleta. Empero, como consecuencia del gran hoyo en la capa de ozono, estos rayos chocan cada vez más, sobre la corteza de la Tierra. La gente que más los recibe, pueden desarrollar graves patologías cutáneas y hasta contraer cáncer.

La mayor parte de la radiación UV de los rayos solares es absorbida por la atmósfera. Sin embargo, debido al agujero de la capa de ozono, los rayos ultravioletas llegan cada vez en mayor cantidad a la superficie terrestre. Cuando una persona se expone a estos rayos, puede sufrir diversos problemas en la piel, incluyendo cáncer.

De otro lado, la luz ultravioleta se emplea como una alternativa para desinfectar y debido a la pandemia del covid 19, ha cobrado bastante valor.

La luz ultravioleta no puede ser captada por los ojos de una persona y se clasifica en tres categorías: rayos UVA, rayos UVB y rayos UVC, este último es el que se usa en procedimientos de desinfección, puesto que posee la capacidad de aniquilar el ADN de los patógenos.