Definiciona

anfetamina

A - julio 5, 2024

Definición

La anfetamina es un potente estimulante del sistema nervioso central que afecta las funciones cerebrales, principalmente aumentando la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina. Se utiliza médicamente para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia. Además, es conocida por su potencial de abuso debido a sus efectos eufóricos y energizantes. Las anfetaminas se presentan en diversas formas, incluidas tabletas, cápsulas y polvos, y pueden ser ingeridas, inhaladas, o inyectadas.

Etimología

El término «anfetamina» deriva del inglés «amphetamine», y del nombre químico completo de la sustancia: alfa-metilfenetilamina. Este nombre se desglosa en varias partes que reflejan su estructura química. «An-» proviene del griego «ἀνά» (aná), que significa «arriba» o «hacia arriba». «Fet-» es una modificación de «fenil«, que a su vez proviene del griego «φαινυλ» (phainyl), derivado de «φαίνω» (phaino), que significa «mostrar» o «brillar». «Amina» proviene del latín «amina», que significa «alma» o «espíritu», y en química orgánica se refiere a un grupo funcional compuesto por un átomo de nitrógeno unido a uno o más átomos de carbono. Así, «anfetamina» puede entenderse como una sustancia relacionada con el grupo de las aminas que tiene propiedades estimulantes elevadas.

Historia

El descubrimiento y uso de las anfetaminas se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En 1887, el químico rumano Lazăr Edeleanu sintetizó por primera vez la anfetamina en Berlín, pero no se reconocieron de inmediato sus propiedades estimulantes. Fue en la década de 1920 cuando el químico Gordon Alles redescubrió la sustancia y comenzó a explorar sus efectos estimulantes, inicialmente en la búsqueda de un tratamiento para el asma y otros trastornos respiratorios.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las anfetaminas, en forma de benzedrina, se utilizaron ampliamente por las fuerzas militares de ambos bandos para aumentar la vigilancia y combatir la fatiga. Después de la guerra, su uso se extendió a la población civil, con recetas médicas para tratar diversas afecciones, incluidas la depresión y el TDAH. Sin embargo, el abuso y la adicción se convirtieron en problemas significativos, lo que llevó a una mayor regulación y control de la sustancia.

Mecanismo de Acción

Las anfetaminas funcionan principalmente al aumentar la cantidad de neurotransmisores dopamina y norepinefrina en el cerebro. Estos neurotransmisores son cruciales para la regulación del estado de ánimo, la atención, y la respuesta al estrés. La anfetamina actúa estimulando la liberación de estos neurotransmisores de las vesículas sinápticas en las neuronas, además de inhibir su recaptación en las sinapsis, lo que prolonga su acción en el cerebro.

El aumento de la dopamina en particular está asociado con los efectos eufóricos y reforzadores de las anfetaminas, lo que contribuye a su potencial de abuso. La norepinefrina, por otro lado, está relacionada con la mejora de la atención y el estado de alerta. Esta combinación de efectos hace que las anfetaminas sean efectivas en el tratamiento de trastornos como el TDAH, pero también puede llevar a la dependencia y a la adicción cuando se utilizan de manera inapropiada.

Usos Médicos

Las anfetaminas se utilizan médicamente principalmente para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia. En el caso del TDAH, las anfetaminas ayudan a mejorar la atención, la concentración y el control de los impulsos en los pacientes. Los medicamentos comunes que contienen anfetaminas para el tratamiento del TDAH incluyen Adderall y Vyvanse.

En la narcolepsia, un trastorno del sueño que causa somnolencia excesiva durante el día, las anfetaminas ayudan a los pacientes a mantenerse despiertos y alertas. Aunque son efectivas, el uso de anfetaminas en el tratamiento de estos trastornos debe ser cuidadosamente monitoreado debido a su potencial de abuso y efectos secundarios.

Efectos Secundarios y Riesgos

El uso de anfetaminas puede provocar una variedad de efectos secundarios, que van desde leves hasta graves. Entre los efectos secundarios comunes se incluyen el insomnio, la pérdida de apetito, la sequedad bucal, la irritabilidad y la ansiedad. Estos efectos se deben principalmente a la estimulación excesiva del sistema nervioso central.

El abuso de anfetaminas puede llevar a efectos secundarios más graves, como la hipertensión, la taquicardia, los trastornos psiquiátricos (incluyendo psicosis y alucinaciones), y problemas cardiovasculares. Además, el uso prolongado y excesivo de anfetaminas puede llevar a la dependencia física y psicológica, lo que hace difícil dejar de usar la droga sin ayuda médica. En casos extremos, la sobredosis de anfetaminas puede ser fatal.

Dependencia y Abuso

El potencial de abuso de las anfetaminas es alto debido a sus efectos eufóricos y estimulantes. Cuando se usan en dosis mayores de las prescritas o de maneras no recomendadas (como inhalación o inyección), las anfetaminas pueden producir una sensación intensa de euforia, aumento de la energía y disminución de la fatiga. Estos efectos hacen que la droga sea atractiva para el uso recreativo, lo que puede llevar rápidamente a la adicción.

La dependencia de las anfetaminas se caracteriza por la necesidad compulsiva de continuar usando la droga a pesar de las consecuencias negativas. La tolerancia, donde se necesita una dosis mayor para obtener el mismo efecto, y los síntomas de abstinencia, como la fatiga extrema, la depresión y la irritabilidad, son comunes entre los usuarios dependientes. El tratamiento para la adicción a las anfetaminas generalmente incluye terapia conductual, apoyo psicológico y, en algunos casos, medicamentos para ayudar a manejar los síntomas de abstinencia.

El uso y abuso de anfetaminas tiene un impacto significativo en la sociedad. El abuso de estas sustancias puede llevar a problemas de salud pública, incluyendo un aumento en los casos de enfermedades cardiovasculares, problemas de salud mental y sobredosis. Además, el uso de anfetaminas puede afectar negativamente la vida personal y profesional de los individuos, llevando a problemas en las relaciones, el desempleo y problemas legales.

Debido a su potencial de abuso, las anfetaminas están fuertemente reguladas en muchos países. En los Estados Unidos, por ejemplo, las anfetaminas están clasificadas como sustancias controladas de la Lista II bajo la Ley de Sustancias Controladas, lo que significa que tienen un alto potencial de abuso pero también un uso médico aceptado. Esto impone restricciones estrictas sobre la prescripción y distribución de estos medicamentos.

Conclusión

Las anfetaminas son sustancias poderosas con una amplia gama de aplicaciones médicas y un alto potencial de abuso. Su capacidad para mejorar la atención y la vigilancia las hace útiles en el tratamiento de trastornos como el TDAH y la narcolepsia. Sin embargo, los riesgos asociados con su uso, incluyendo la dependencia y los efectos secundarios graves, requieren un manejo cuidadoso y una supervisión médica estricta. La comprensión de la historia, el mecanismo de acción, y los riesgos asociados con las anfetaminas es crucial para su uso seguro y efectivo tanto en entornos médicos como en la sociedad en general.