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Definición
Adverbio modal. Este vocabulario hace referencia de una manera paulatinamente, lentamente o pausadamente, poco a poco o gradualmente, sin apresurar o afanar. Adverbio de tiempo, por el tiempo alargado, extenso, alargado, amplio, propagado o difuso, aludiendo también al espacio. La locución adverbial con despacio quiere decir con dilación, tardanza o lentitud.
Etimología
Este término en su etimología viene del prefijo ‘de’ intensivo y del sustantivo ‘espacio’; a su vez, del latín ‘spatĭum’, con el mismo significado.
Frase de ejemplo:
Vamos conduciendo el automóvil despacio y sin afanes.
Al tratarse de un adverbio de modo cuya acepción es ‘lentamente’, se califica como incorrecto al hecho de otorgarle una correspondencia de “en voz baja”, lo cual suele constituir un error idiomático frecuente en el habla hispana. Veamos algunos ejemplos:
De modo erróneo
“Debes hablarle despacio en ese momento, para que no escuche su marido”.
De modo correcto
“Debes hablarle en voz baja en ese momento, para que no escuche su marido”.
Esta palabra consiste en una clase de adverbio que cumple con la función de describir la manera como se ejecuta la acción, o el proceso que lleva a cabo el sujeto en un una frase.
Este adverbio se diferencia, ya que ofrece una peculiaridad que se relaciona con el modo en que se realiza alguna acción. Sucede con todos los adverbios modales, como por ejemplo: “Ignacio pinta mal”. En este caso, el adverbio ‘mal’ señala el modo como Ignacio procede en la acción que ejecuta (pintar).
Un adverbio modal es un término inmutable, que presenta una función modificadora circunstancial de algún verbo. Empero aplica igualmente a los adjetivos, incluso a otros adverbios o a toda la frase.
“Pensar rápido, pensar despacio”
Es una obra literaria escrita por el premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman, en la que brinda una alternativa de la forma como se ha percibido el cerebro humano y expone los dos paradigmas generales que modifican el modo en que las personas piensan. El primero es ágil, instintivo y sentimental. El segundo es más pausado, reflexivo y apegado a la lógica de la razón.
Este libro también aborda temas como la aversión a perder, el sentirse muy confiado por estrategias corporativas, lo complejo que resulta calcular aquellas cosas que harán feliz a una persona en el futuro o asimismo, las consecuencias significativas de los sesgos cognitivos acerca de lo que alguien hace. Afirma que no es posible llegar a una comprensión profunda de todo esto, sin entender previamente cómo funcionan estos dos paradigmas en el momento en que una persona determina sus decisiones y estimaciones.