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Definición
Adjetivo. Se entiende por cognitivo lo que es concerniente, alusivo, perteneciente y relativo del conocimiento, así de la comprensión, razonamiento, inteligencia, imaginación, intelecto y del pensamiento también en captar por medio de las facultades mentales intelectuales.
Etimología
Esta palabra en su etimología proviene del sustantivo «cognición» y del sufijo «ivo» que indica inclinación o capacidad para y que está relacionado con.
La acepción de la palabra ‘cognitivo’ se encuentra ligada con la acción de adquirir conocimiento a través de los datos obtenidos por el proceso del aprendizaje y del medio circundante. Este término se encuentra íntimamente ligado a conocer.
Lo cognitivo abarca distintos aspectos como el lenguaje, el pensamiento, la capacidad de memorizar, de razonar, de percibir, de resolver problemas, de tomar decisiones, de prestar atención, entre otros que tienen que ver con el progreso intelectual y el desarrollo de la experiencia.
Dentro del conjunto de las ciencias cognitivas, la psicología cognitiva es aquella que se encarga de los estudios de los mecanismos de la mente que intervienen en el comportamiento de una persona y en el proceso del desarrollo mental. Según Jean Piaget, un reconocido especialista en la materia de origen suizo, la actividad del intelecto se encuentra relacionada con el funcionamiento del mismo organismo y el grado de evolución biológica de todo individuo.
El paradigma cognitivo
Se trata de una teoría cuyo autor fue Jean Piaget y se basa en que la construcción de cada persona sucede específicamente en el periodo de su infancia y se procesa en cuatro fases que son:
De los 0 a los 2 años: se le denomina la etapa Sensorio-motor, en la cual el pequeño utiliza sus sentidos y facultades de movimiento, enfocadas en conocer el ambiente que los rodea.
De los 2 a los 7 años: esta fase se distingue por el proceso de interiorización de las distintas reacciones de la etapa previa, conllevando a que se desencadenen acciones intelectuales que todavía no se pueden categorizar como operaciones debido a que son bastante vagas, inadecuadas con y con una notable ausencia de reversibilidad.
De los 8 a los 11 años: se le conoce como la fase “Operatorio-concreto” y consiste en operaciones mentales empleadas para resolver cualquier problema.
De los 12 a los 16 años en adelante: el individuo comienza a generar pensamientos mucho más abstractos, junto con pensamientos de índole hipotética-deductiva.