Etimología

Este vocabulario se adaptó del inglés ‘to detect’. No obstante, algunos lingüistas advierten que en realidad, esta palabra se derivó del latín por medio de ‘detectus’, que significa detectado o descubierto, la forma participio del verbo ‘detegere’, traducido como poner al descubierto o hacer visible algo, constituido con el prefijo ‘de’, el cual referencia una separación de idea, sumado a la voz ‘tegere’ (proteger o recubrir).

Detectar el cáncer

Existen exámenes especializados para detectar el cáncer y se emplean para descubrirlo previo a su sintomatología, pues es el instante en que es posible tratar más eficazmente la enfermedad. Esta clase de pruebas se estiman muy valiosas, pues se puede encontrar el mal en una etapa temprana, disminuyendo el nivel de letalidad. Aunque muchos de estos exámenes presentan efectos secundarios, como sangrados o algunos daños, los beneficios que aportan son mayores.

Detectar un virus informático

Esa es la misión de los antivirus. Empero, es necesario mantenerlos actualizados. Se encuentran virus tan camuflados y sutiles, que sólo unos pocos o incluso ningún antivirus  pueden detectar. Sólo hasta que ya es muy tarde.

Detectar una virosis

En el mercado farmacéutico se encuentran varias pruebas diseñadas para detectar virus, como la influenza, o el famoso Covid 19. Algunos de estos tests se efectúan vía oral, analizando la saliva. Otros, insertando un objeto largo por la nariz e inclusive, por el ano, denominadas pruebas PCR, aunque su mismo creador ha advertido varias veces que no sirven para estos propósitos y aun así, los gobiernos y autoridades sanitarias hacen caso omiso y las aplican a millones de personas.

Detectar la diabetes

Para lo cual, también existen pruebas específicas. Cualquier individuo con síntomas de esta enfermedad, debe someterse a exámenes con el fin de detectar el mal. Algunos individuos no presentan síntomas, pero podrían padecer factores de riesgo para la diabetes, por lo tanto lo correcto es practicar las pruebas pertinentes.