Definición
Sustantivo masculino. Cuenta con diferentes acepciones. Este vocabulario, por un lado, se refiere a un ser de tipo imaginario, inmaterial, irreal, ficticio y que se encuentra dotado de un raciocinio. Así mismo, se define como Alma o sustancia de tipo lógico. Don de manera sobrenatural y gracia de manera particular, que Dios puede conceder en algunas criaturas. Viveza, inteligencia, intuición o sagacidad. Ángel que se rebeló a Dios y fue condenado en la eternidad en el infierno, usado más en plural. (en religión) tercera persona de la santísima trinidad o Espíritu Santo.
Etimología
Esta palabra en su etimología viene del latín » spirĭtus» con el mismo significado.
Se halla estrechamente ligado a la raíz de origen indoeuropeo ‘speis’, que significa ‘soplar’, derivado de un sonido onomatopéyico propio de la acción de la exhalación.
La palabra en latín ‘spiritus’ adquirió diversos sentidos a lo largo de los siglos. En su esencia es ‘soplo’ y en diversos casos se emplea con la connotación de ‘aire’, o en términos indostaníes ‘prana’ (el aliento supremo de vida). Igualmente, alude en sí a todo lo que implica la respiración y la capacidad de inhalar y exhalar. La fuerza vital o espiritual, siempre ha estado ligada a la capacidad de respiración, al igual que la valentía, el entusiasmo, la animosidad, etc. Se dice que los suspiros provienen del alma.
La palabra ‘inspirare’ etimológicamente también significa insuflar en otra persona un concepto creador, el origen esencial de alguna idea. Y ‘expirare’ no sólo es la acción de sacar el aire del organismo con la respiración, sino igualmente señala la acción de expulsar el último aliento de vida y por consiguiente, fallecer al emitir el soplo vital final.
Desde la antigüedad se ha entendido la palabra ‘spiritus’ como un soplo, como alguna sustancia etérea de una naturaleza molecular volátil, que a su vez se deriva de otra y que constituye una parte de su naturaleza más profunda. El término ‘espíritu’ se refiere por consiguiente, desde tiempos remotos, al proceso de exhalación, de producir olor o inclusive sonido. Un ejemplo de su empleo en siglos atrás, se aprecia en un escrito de Lucrecio que a la letra dice: “spiritus unguenti suavis”. Traduce: “el agradable olor de un perfume”.
En el ámbito de los vinos, se conoce como ‘espíritu’ al vapor tenue y oloroso que se desprende de una bebida alicorada o un vino, o como tal, al alcohol de propiedades volátiles que constituye sus ingredientes principales. Desde esa misma perspectiva, se habla del espíritu de un perfume, designando su esencia olorosa. Fueron los antiguos alquimistas los que en sus libros plasmaron que uno de sus objetivos fundamentales era extraer en sus redomas, el espíritu o el quinto elemento de las cosas.