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Definición
Sustantivo masculino que referencia la meta de distintos deportes en equipo, como el caso del hockey o el fútbol. Se trata de lograr que la bola atraviese la portería o la línea del contrincante.
Etimología
Este vocabulario se deriva de la voz inglesa ‘goal’, con la acepción de ‘meta’. Esta expresión no se halla como tal ligada al sentido de ‘meta’, mas sí con la idea de la dificultad que implica llegar a ésta. La dicción del inglés ‘goal’, guarda su origen en ‘gaelan’, que significa impedir, el cual a su vez se adoptó de la raíz ‘gal’, alusiva de barrera, misma de la que se crearon términos como galería.
En otros deportes como el polo, el hándbol, el waterpolo y el fútbol australiano, el gol es el objetivo primario y se consigue de distintos modos. En el caso del hockey, la bola debe golpearse usando un palo, mientras que en el hándbol, se arroja con la mano.
Por un lado, todo futbolista lucha por marcar uno o varios goles, pero en el caso de los arqueros o porteros, se esfuerzan por evitar a toda costa que la pelota entre en el arco. También, dependiendo la posición en la cancha, algunos jugadores cuentan con mayores posibilidades de lograr un gol. Un defensa por ejemplo, tiene la misión de ayudar al guardameta, pero un delantero se encarga de acertar las anotaciones.
Uno de los goleadores más sobresalientes de la historia del fútbol, es Lionel Messi, por el gran número de goles que ha obtenido en su carrera. Es la estrella de la selección argentina y lo ha sido a su vez, del Barcelona Fútbol Club.
Sin embargo, otros goleadores de gran nivel han dejado huella en este deporte, como Gerd Müller, de Alemania, con un total de 1461 goles conseguidos en 1216 partidos. Josef Bican, de Australia, con 1468 goles, en 918 partidos. Arthur Friedenreich, de Brasil, con 1379 goles, en 1239 partidos. Y Pelé, también de Brasil, con 1282 goles, en 1366 partidos.
Asimismo, en las últimas décadas, han surgido otros futbolistas de alto nivel, como Cristiano Ronaldo, Thierry Henry, Robert Lewandowski, entre otras figuras internacionales.
Se ha evidenciado que el gol es generador de una enorme euforia, una gigantesca carga emocional y hasta locura. Según estudios científicos, la emoción por anotar un gol se asemeja al éxtasis de un orgasmo. Es por ello que tanto hinchas apasionados, como los mismos jugadores celebran llenos de loco frenesí.
Empero, el gol ha de ser avalado por el árbitro, quien puede determinar que queda anulado si no se cumplen con las normas del fútbol, como por ejemplo hacerlo con la mano, si se halla fuera de lugar o si hubo alguna infracción del jugador al momento de hacerlo. De ser así, ese jugador sería amonestado al igual que su equipo.
Aunque no se pueda meter un gol con la mano, sí es factible con el tronco y otras partes del cuerpo, como lo han efectuado algunas leyendas de este deporte. En algunas oportunidades, el partido culmina sin que ninguno de los equipos haya realizado alguna anotación. En tal efecto, se procede al desempate, con un medio tiempo extra, sesión de penaltis o con un gol de oro.